Desde Washington

Irán está lanzando una pelea concertada contra los esfuerzos de Barack Obama para que la ONU imponga sanciones contra Teherán, siendo el blanco el arsenal de armas nucleares y la legalidad del sistema submarino Tridente de Gran Bretaña. El canciller iraní, Manouchehr Nottaki, en el The Independent de hoy, hace una apuesta estratégica para contrarrestar la presión de Occidente, al girar el debate sobre las disputadas ambiciones nucleares de la nación persa hacia el fracaso de naciones como Estados Unidos y Gran Bretaña, que ya poseen armas nucleares para desarmarse.

Washington, que afirma que Irán quiere adquirir los medios para construir una bomba nuclear, está buscando reunir apoyo para imponer sanciones punitivas que dejarían sin inversiones en el sector energético al país, negarle el acceso al crédito internacional y frustrar los enormes negocios internacionales del Cuerpo Revolucionario de la Guardia de Elite. Estados Unidos, que hace lobby con China y Rusia para que se le sumen, cree que al apuntar a las sanciones de esta manera convencerá a Teherán.

Pero, tratando de dar un giro a las cosas, Irán está decidido a apuntar al Tratado de No Proliferación Nuclear que el mes que viene se presenta en Nueva York para una revisión de cinco años. Como firmante del tratado, Irán tendrá el derecho de asistir a la reunión y lo usará para buscar el apoyo de países en vías de desarrollo, ya que las potencias occidentales están desobedeciendo sus propias obligaciones que figuran en el tratado mientras ilegalmente tratan de bloquear el derecho de Irán para enriquecer el uranio.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.