Sáb 17.04.2010

EL MUNDO  › POR NO PROTEGER A BENAZIR BHUTTO, LA LíDER POLíTICA ASESINADA EN EL 2007

La ONU criticó a Pakistán

El panel de la ONU no descartó una posible intervención del talibán y Al Qaida, pero pidió que también se investigue al establishment paquistaní, que incluye al ejército, las agencias de inteligencia y la elite empresarial.

› Por Andrew Buncombe *

Pakistán dijo que seguirá con su propia investigación del asesinato de Benazir Bhutto, después de que la que llevara a cabo la ONU sobre el asesinato de la ex primera ministra criticara fuertemente a las fuerzas de seguridad del país por no protegerla. El equipo de la ONU también acusó al establishment de seguridad de no investigar adecuadamente el crimen y de bloquear su propios intentos por averiguar la verdad.

Más de dos años después de que Bhutto fuera asesinada mientras intentaba un regreso político, un panel de la ONU de tres miembros le presentó el informe final de su investigación sobre el crimen al gobierno paquistaní, encabezado por el marido de Bhutto, el líder Asif Ali Zardari. En él concluyeron que la muerte de Bhutto había sido totalmente “evitable”. Sin identificar directamente al líder del país en ese momento, general Pervez Musharraf, el panel dijo que una nueva investigación no debería considerar sólo una posible intervención del talibán y Al Qaida, sino al establishment paquistaní que incluye al ejército, las agencias de inteligencia y la elite empresarial.

Al anunciar los descubrimientos del equipo en la ONU, el jueves a la tarde, su presidente Heraldo Muñoz –el embajador de Chile ante la ONU– dijo: “Es claro que en varias ocasiones hubo advertencias, y Bhutto también recibió información en relación al resto desde fuera de Pakistán. Sin embargo, lo que hemos descubierto es que la información recibida no era acompañada por medidas para protegerla, especialmente dado el hecho de que había habido un intento de asesinato en su contra el mismo día que regresó a Karachi”.

Bhutto, de 54 años, murió en diciembre de 2007 cuando se iba de una manifestación política en Liaquat Bagh, un parque en la ciudad de Rawalpindi, donde había estado haciendo campaña para las próximas elecciones parlamentarias. Cuando se retiraba del parque, parada en la parte de atrás de su automóvil a prueba de bombas, un joven se adelantó y le disparó tres tiros antes de detonar una gran bomba, que mató a dos docenas de personas.

Los investigadores de Scotland Yard –llamados por Musharraf– concluyeron subsecuentemente que ella había muerto después de golpear su cabeza en el auto. La controversia ha rodeado su muerte desde que fue asesinada. La policía en la escena lavó el área a las pocas horas de la explosión destruyendo evidencia y no se llevó a cabo ningún examen post mortem a la dos veces ex premier. Ambos errores fueron puestos de manifiesto por el equipo de la ONU, que también criticó la seguridad brindada por el partido de Bhutto –controlada por el ahora ministro de Interior, Rehman Malik–, como que le faltaba liderazgo y era “pobremente ejecutada”.

Pero los investigadores fueron más lejos, llevando las críticas condenatorias a las notorias agencias de inteligencia del país y a la policía. “La comisión cree que el fracaso de la policía para investigar efectivamente el asesinato de Bhutto fue deliberado”, decía el informe. “Estos funcionarios, en parte temiendo el compromiso de las agencias de inteligencia, estaban inseguros de lo vigorosamente que debían tomar las acciones, que ellos sabían, como profesionales, que debían tomar.”

Después de una década en el exilio, Bhutto había regresado a Pakistán para encabezar una campaña de elección de su Partido Popular Paquistaní después de lograr un acuerdo con Musharraf que le brindaba amnistía a ella, a su marido y a muchos funcionarios que enfrentaban denuncias penales. Sin embargo, su regreso fue inmediatamente sacudido con la violencia. Volando a Karachi en octubre de 2007, donde la esperaban cientos de miles de partidarios, el convoy de Bhutto fue atacado por una bomba poderosa que mató a más de 130 personas. Su muerte, dos meses más tarde lanzó a su marido al frente de la campaña y el PPP ganó la elección. Zardari fue luego elegido presidente del Parlamento del país.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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