EL MUNDO
› SE MULTIPLICAN LOS PREPARATIVOS PARA LA ASUNCION DE LULA
Poniendo toda la carne en el asador
El ministro de Defensa de Lula dijo que las Fuerzas Armadas podrán participar del programa “Hambre Cero” contra la pobreza.
El futuro ministro de Defensa de Brasil, José Viegas, dijo ayer en una entrevista con el diario O Globo que el gobierno que asumirá el poder pasado mañana podrá recurrir a las Fuerzas Armadas para implementar el programa “Hambre Cero” de combate contra la pobreza, una de las puntas de lanza del programa de Luiz Inácio Lula da Silva. Mientras tanto, Brasilia se está llenando de color y de gente para asistir a la asunción de Lula, y hasta ya se realizaron los ensayos generales de las diversas partes de la ceremonia, según el plan del publicista estrella de Lula, Duda Mendonça.
“Las Fuerzas Armadas con seguridad contribuirán en el esfuerzo que el gobierno realizará para obtener un grado más elevado de desarrollo social”, declaró Viegas, hasta hoy embajador brasileño en Moscú y dentro de unas horas ministro de Defensa. A la pregunta de si Lula ya dijo que quería ayuda de las Fuerzas Armadas en el programa de combate al hambre, el principal de su programa social, el designado ministro respondió que “sin duda. El presidente mantuvo una reunión conmigo y con los nuevos comandantes de las tres fuerzas que asumirán ahora. El presidente claramente manifestó esa determinación de que las Fuerzas Armadas sean un vehículo de mejora del desarrollo social del pueblo brasileño”. De todos modos, Viegas dejó en claro que “la misión esencial de las Fuerzas Armadas es la defensa del territorio y de la soberanía nacionales, y su colaboración en el desarrollo social debe ser ejercida sin perjudicar esta misión”.
“Participa de la mayor fiesta popular. Podrás decirles a tus hijos y nietos: yo participé”, proclaman desde ayer los altavoces que recorren Brasilia mientras miles de personas, de a pie, en bicicleta y en micros, llegan a la ciudad para la ceremonia, que comenzará en el Congreso y seguirá en el Palacio presidencial de la Alvorada, donde recibirá la banda presidencial de manos de Fernando Henrique Cardoso. Al margen de la ceremonia oficial, se está organizando una fiesta popular con las directivas de Duda Mendonça. La fiesta incluye espectáculos, entre los cuales figurará el de Gilberto Gil, el ministro de Cultura de Lula que se negó a abandonar su carrera de cantante ante el ofrecimiento del cargo. Después, Lula hará un recorrido por Brasilia con el Rolls Royce que oficia de coche de la presidencia. La capital brasileña ya tiene en sus calles nueve kilómetros de tela verde y amarilla de la bandera brasileña y roja del Partido de los Trabajadores (PT).
Se esperan 150.000 personas y al menos 1000 autobuses de todo el país. Hasta un camping gratuito para unas 10.000 familias sin recursos está a disposición de los visitantes, que reciben instrucciones en carreteras, aeropuertos, y hasta en un número 0800. “Sólo Ayrton Senna, la selección y el Papa consiguieron una movilización parecida en Brasilia. Nunca un presidente”, proclama el responsable del PT capitalino, Wilmar Lacerda. El PT distribuirá centenares de miles de viseras, adhesivos y banderines con la leyenda “Yo participé de este cambio”, y venderá por cuatro dólares el “kit souvenir de la investidura”, con camiseta, banderines y gorra con la fecha del 1º de enero.
Una veintena de parientes de Lula, procedentes de su pueblo natal Caetés, en el pobre nordeste brasileño, empezaron ayer su viaje de 36 horas asistir a la investidura. Cuatro primos hermanos de Lula con sus hijos, sobrinos y nietos, entre otros, están viajando en el autobús fletado por la alcaldía de Caetés, en el estado de Pernambuco y a 2400 km de la capital. “Lula dio a conocer el municipio de Caetés nacionalmente. Tengo que retribuir eso llevando a su familia para que asista a este momento tan importante”, explicó el alcalde. El responsable municipal garantizó la “legitimidad sanguínea” de los 21 parientes que viajan en el autobús. “Después de las elecciones aparecieron tantas personas diciendo que son primos de Lula que ni 20 autobuses serían suficientes”, añadió.
Por otra parte, en una entrevista para el Jornal do Brasil, Cardoso dijo que “de aquí a algunos años el país reconocerá lo que ha sido hecho durante mi gobierno”.
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