Un día después de la muerte de dos policías, en un presunto enfrentamiento con guerrilleros, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, ordenó el despliegue de doscientos policías de elite en Concepción, donde fallecieron los dos agentes. Hace casi dos meses, la muerte de un policía y de otras tres personas en otro supuesto choque con el Ejército Popular Paraguayo (EPP) había llevado al mandatario a declarar el estado de excepción durante treinta días en el norte del país. A pesar de la suspensión de los derechos constitucionales, ni los policías ni los militares paraguayos encontraron un guerrillero. Sin embargo, ayer Lugo decidió volver a intentarlo, después de que la policía local anunciara que había encontrado un posible campamento del EPP abandonado, pero con fotos e información personal de autoridades públicas y figuras reconocidas del país.

Ante la nueva ola de críticas y el recrudecimiento de los pedidos de mano dura, Lugo le dedicó gran parte del día al tema. Primero aprobó el traslado de los policías a Concepción y más tarde pasó por los velorios de los agentes caídos el día anterior. Fue acompañado por su ministro del Interior, Rafael Fili-zzola, y su viceministro de Seguridad Interna, Carmelo Caballero. Escucharon los pedidos de justicia de los familiares de los policías y de una de las casas fúnebres tuvieron que irse, acosados por botellazos y abucheos. En los últimos meses, líderes de la derecha y los sectores de las fuerzas de seguridad vienen acusando al ex obispo católico de ignorar el problema de la supuesta guerrilla o no hacer lo suficiente para frenarla.

Pero lo cierto es que a pesar del despliegue de más de mil policías y militares y un mes de continuos rastrillajes, no encontraron ni un sólo guerrillero. Ayer la policía anunció que había descubierto el campamento que habían utilizado hasta hace unos días los máximos líderes de la presunta guerrilla. El refugio se llamaba Kurusu de Hierro y está a sólo unos metros de donde fueron asesinados los dos policías el jueves. Según informó la policía local, en la zona del enfrentamiento se encontraron más de ochenta casquillos y los presuntos insurgentes se habrían llevado un fusil y cuatro cargadores que tenían encima los agentes.

Entre las cosas que incautaron en el campamento, el diario ABC destacó fotografías e información personal de jueces, diputados y figuras reconocidas del país.