EL MUNDO › NAOMI CAMPBELL TESTIFICO EN LA HAYA SOBRE EL REGALO QUE LE HIZO UN DICTADOR LIBERIANO
La supermodelo reconoció que el dictador liberiano le hizo un regalo. La querella busca probar que Taylor, a cambio de los diamantes, facilitó que los grupos rebeldes cometieran atrocidades en Sierra Leona, ya que les proveyó armas.
› Por Mark Hugues *
Desde La Haya
Su testimonio podría resultar crucial para acusar a uno de los más temibles dictadores y garantizar la justicia para miles de víctimas de una brutal guerra civil. Pero para Naomi Campbell fue sólo un terrible inconveniente.
La famosa supermodelo llegó tarde y, cuando lo hizo, dejó en claro que le habría gustado estar en cualquier otro lugar que declarando en esa sala de La Haya: “Este es un gran inconveniente para mí”. Pero la información que Naomi Campbell proporcionó podría ser útil para establecer los vínculos entre el ex presidente liberiano Charles Taylor y los diamantes ensangrentados que le dio.
Desde 2007, cuando se abrió el juicio, la querella ha tratado desesperadamente de probar que Taylor, a cambio de los diamantes, facilitó que los grupos rebeldes cometieran atrocidades en Sierra Leona, ya que les proveyó armas. Esos grupos asesinaron a más de cien mil civiles. Con la excepción de un ex miembro del staff de Taylor que denunció haber visto frascos con piedras, los 91 testigos no aportaron demasiada evidencia que ponga a Taylor en posesión de los diamantes ensangrentados. Ayer la testigo 92, una modelo del sur de Londres, dio un testimonio que podría ayudar a probarlo.
Con un vestido color crema y con el pelo atado en un rodete, la mujer de 40 años hizo su relato con su acento londinense amalgamado con el de Manhattan. Contó que conoció en 1997 a Taylor en una fiesta en la residencia presidencial de Nelson Mandela. Después de eso, se despertó a mitad de la noche por un golpe en la puerta de su habitación. Todavía dormida y en camisón, respondió al llamado y se encontró con dos hombres, que pensó que eran parte de la comitiva de Taylor. Los sujetos le entregaron una pequeña bolsa que contenía diamantes en bruto. Sin siquiera preguntar la identidad de los hombres, cerró la puerta y volvió a la cama porque estaba “exhausta” después de atravesar tres continentes en tres días.
La historia provocó murmullos de sorpresa entre los 84 periodistas y diplomáticos que se encontraban en la galería pública de arriba de la Corte. También les pareció extraño porque antes Campbell había negado públicamente haber recibido los diamantes esa noche. Pero, aparentemente, éste no fue un evento fuera de lo ordinario en el mundo de Campbell. “No es anormal para mí recibir regalos”, dijo a los jueces. “Recibo regalos todo el tiempo: a veces a mitad de la noche, sin saber de quién son. Es bastante normal para mí.”
Después de discutir en el desayuno con la ex agente Carol White y la actriz Mia Farrow, finalmente aceptó que eran diamantes. Pero originalmente había dicho que parecían “piedras sucias”. A lo que agregó: “Estoy acostumbrada a ver diamantes, pero los veo brillantes y en una caja. Si alguien no me hubiese dicho que eran diamantes, no lo habría adivinado”.
Campbell trató de explicar que ella no conocía a Taylor hasta que cenó esa noche con él. “Nunca había escuchado de él. Nunca había escuchado de Liberia antes. Nunca había oído el término diamantes ensangrentados”, alegó. Más tarde negó haber intercambiado el número de teléfono o haber coqueteado con el ex presidente liberiano.
En la parte final de su testimonio, Campbell dijo que había entregado los diamantes al día siguiente a Jeremy Ratcliffe, el jefe de la Fundación Nelson Mandela para Niños. Según la top model, le pidió a Ratcliffe que hiciera algo con los diamantes. Campbell agregó que el año pasado había hablado con el titular de la fundación, quien le dijo que todavía tenía los diamantes.
Pero se exhibió en la Corte una carta que demostraba que la fundación, a la que Campbell dona 50 mil dólares al año, no tiene ningún registro de haber recibido un diamante de regalo, ya que eso sería ilegal.
Eso no incomodó a la modelo. “Una vez que los doné, no me interesé más por ellos. No me interesó qué hicieron con los diamantes, mientras hicieran algo bueno.” La despedida fue sarcástica. “Queremos agradecerle por su testimonio y por hacerse tiempo en su ocupada agenda”, le dijo el oficial de Justicia.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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