EL MUNDO
› WASHINGTON OFRECE ENERGIA PARA APLACAR A PYONGYANG
Dos jugadores para el chantaje
Por Jonathan Watts*
Desde Tokio
El enviado de George Bush al nordeste de Asia insinuó que Estados Unidos brindaría energía a Corea del Norte si abandonaba su programa de armas nucleares. James Kelly, el subsecretario de Estado, entregó el mensaje en Seúl al comienzo de una gira por Corea del Sur, Japón y China, para tranquilizar los temores de la región de que la situación está dirigida hacia una confrontación militar. Pero el norte, que sospecha que Washington está usando tácticas dilatorias, aumentó las apuestas retóricas con una amenaza de lanzar un primer ataque en cualquier confrontación.
"Como Estados Unidos está interesado en provocar un desastre nuclear a la nación coreana, el gobierno obviamente no puede permanecer como un observador pasivo", dijo un comentario del diario Rodong Sinmun, controlado por el Estado. "La opción militar no es un monopolio de Estados Unidos." Los dos lados están ahora ocupados en una batalla para controlar el paso de la crisis. Por un lado Washington está desesperado por terminar este asunto para ocuparse de Irak, y por el otro Pyongyang estima que cuanto más se extienda esta situación, más probabilidades hay de ser la próxima nación del "Eje del Mal" en ser atacada.
Kelly hizo poco por calmar esas preocupaciones al decir que estaba preparado para esperar y hablar, pero no a negociar. "Por supuesto que estamos dispuestos a hablar", dijo. "Una vez que superemos el tema de las armas nucleares, puede haber oportunidades con Estados Unidos, con inversores privados, con otros países, para ayudar a Corea del Norte en el área de energía." Los analistas están divididos sobre si Kelly estaba sugiriendo algo más que la oferta anterior de Estados Unidos de renovar los embarques de petróleo si el Norte cumple con sus requisitos.
"El Norte ha estado pidiendo electricidad durante años, de manera que Kelly puede estar insinuando que esto podría arreglarse", dijo Kim Sungha, del Instituto de Asuntos Extranjeros y Seguridad Nacional de Corea del Sur. Con esa ambigüedad que provoca sospechas sobre las intenciones de Estados Unidos, aumentan los pedidos de conversaciones claras y directas. El diálogo más cercano hasta ahora fue una reunión poco ortodoxa, aprobada por el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, entre Bill Richardson, gobernador de Nuevo México, y funcionarios de Corea del Norte.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: C.D.