Mié 15.01.2003

EL MUNDO  › EE.UU CAMBIA SU POSICION FRENTE A COREA DEL NORTE

Está bien, cedemos al chantaje

Por Suzanne Goldenberg
y Jonathan Watts*

Desde Washington y Tokio
El presidente George Bush ofreció ayer alimentos y ayuda energética a Corea del Norte como un incentivo para que desmantele su programa de armas nucleares. La promesa es un cambio radical en el enfoque de la línea dura de la administración, que había descartado cualquier negociación para recompensar el “chantaje nuclear” de Pyongyang. La decisión termina con tres meses de tácticas obstruccionistas por parte de la administración Bush después de que Corea del Norte admitiera que estaba siguiendo un programa clandestino de uranio enriquecido desafiando los acuerdos internacionales. El ofrecimiento llegó un día en que Corea del Norte había amenazado con otra escalada en la crisis, advirtiendo que ejercería nuevas “opciones” y reanudaría sus pruebas de misiles de largo alcance.
Bush dijo ayer que estaba dispuesto a resucitar un paquete de ayuda para Corea del Norte que había estado discutiendo con el secretario de Estado, Colin Powell, antes que Pyongyang provocara la crisis en octubre pasado al admitir su programa de armas. “Esperamos que este tema sea resuelto pacíficamente –dijo Bush a los periodistas–. Si eligen hacerlo así, y es su elección, entonces reconsideraré si comenzaremos o no la audaz iniciativa de la que hablé con el secretario Powell.” El presidente no ofreció detalles sobre la ayuda próxima. En las semanas recientes, funcionarios del Programa Alimentario Mundial advirtieron que cientos de miles de personas en el Norte sufrirán hambre este invierno por la falta de donaciones internacionales. La promesa de una revisión sobre la ayuda energética llega al corazón de lo que el Norte reprocha a Washington: que no cumplió sus promesas de construir reactores de energía para compensar a Pyongyang por cerrar su programa nuclear en 1994. El abrupto cambio de política llega en un momento cuando los comentaristas conservadores en Washington han condenado el enfoque de la administración como incorrecto. Había temores de que la crisis cada vez más profunda en Asia complicaría el objetivo de Washington de una temprana guerra contra Irak. El cambio de la política de Estados Unidos fue dado a conocer el lunes cuando un vocero de Bush dijo que Washington estaba preparado para mantener conversaciones “técnicas” con funcionarios de bajo rango de Corea del Norte como un preludio de negociaciones más serias. La Casa Blanca también aceptó ayer un ofrecimiento del aliado nominal de Pyongyang, China, para mediar en esas conversaciones.

* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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