La oposición venezolana arremete en su meta de quitarle a Hugo Chávez la presidencia y presiona hacia la vía del referéndum consultivo para el 2 de febrero. En su estrategia, cumplió ya 44 días de huelga general y continuó ayer con tres marchas de protesta, que iban a confluir en la plaza de la India (oeste de la capital) pero, por la intromisión de cientos de partidarios de Chávez fueron desviadas (y luego los chavistas dispersados con bombas lacrimógenas por la policía de Caracas). Pero el gobierno pretende gobernar “a fuego lento” hasta vencido el período constitucional, en el 2006.
La manifestación opositora propulsó el “sí” sobre el referéndum consultivo, que según el Consejo Nacional Electoral (CNE) no es vinculante. O sea, no obligaría a Chávez a renunciar aunque su resultado le fuese adverso. Además, la celebración de la consulta de febrero está supeditada a que el Tribunal Supremo de Justicia se pronuncie sobre una serie de recursos de nulidad e inconstitucionalidad presentados en su contra por representantes del oficialismo. Mientras tanto, el vicepresidente José Vicente Rangel dijo que el Ejecutivo “está dispuesto a seguir gobernando a fuego lento hasta que venza el período constitucional”. Además aseveró que el nivel de producción de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) se recupera hasta alcanzar un millón de barriles diarios (una tercera parte de lo habitual). Desde el inicio del paro el 2 de diciembre, el colapso de PDVSA provocó pérdidas por más de 4000 millones de dólares, según informó el ministro de Energía Rafael Ramírez. Además, continúa el desabastecimiento de combustible y alimentos. A todo esto, siete personas murieron ayer y cuatro resultaron heridas al explotar un depósito de combustible para venta ilegal en el andino estado de Mérida.
Otro campo que evidencia el constante forcejeo entre gobierno y oposición fue el operativo de efectivos de la militarizada Guardia Nacional que ayer retiraron el parque de armas de la Policía Metropolitana de Caracas, que depende del alcalde opositor Alfredo Peña, dejando únicamente los revólveres calibre 38. Peña denuncia que el gobierno desafía un fallo del Tribunal Supremo que lo obliga a suspender la intervención de ese cuerpo policial, mientras que para el gobierno la PM está politizada y tiene culpa de las recientes muertes en manifestaciones. Entretanto, las mediaciones fueron pospuestas para mañana, ya que su cara visible, el secretario general de la OEA, César Gaviria, viajó ayer a Quito para asistir hoy a la toma de posesión del nuevo presidente ecuatoriano, Lucio Gutiérrez. Precisamente, la expectativa crece por lo que pueda pasar en Quito, donde al margen de la ceremonia inaugural de Gutiérrez, varios presidentes de la región discutirán la propuesta del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva de conformar un grupo de países amigos de Venezuela. Ese grupo debe apoyar las gestiones de la OEA. La propuesta de Lula fue recibida con recelo por los delegados opositores en las negociaciones, y manifestantes antichavistas produjeron ayer un cacerolazo frente a la embajada de Brasil en Venezuela. En tanto el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió a las partes en conflicto que resuelvan sus diferencias a través de “medios constitucionales y democráticos”.