Un día después de que el presidente de línea dura Alvaro Uribe pidiera a Estados Unidos encabezar una fuerza multilateral de lucha contra el narcoterrorismo en Colombia, rebeldes presuntamente integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) activaron la violencia urbana: un coche-bomba estalló en el estacionamiento del centro comercial El Cid en Medellín provocando la muerte de al menos cuatro personas, entre ellas un niño, y 27 heridos, además de daños materiales registrados cerca de la Fiscalía de la segunda ciudad en importancia en ese país.
El vehículo, cargado con unos 40 kilos de explosivos, fue detonado en un estacionamiento aledaño a la sede del ente judicial, donde trabajan unos 700 funcionarios. El secretario de Gobierno de Medellín, Jorge Sánchez, dijo que al menos cuatro personas fallecieron a causa de la explosión. El director de emergencias en esa ciudad, Rafael Rincón, aseguró que el estallido dejó unos 27 lesionados, que fueron atendidos en distintos centros hospitalarios, mientras que las emisoras de radio de Bogotá indicaron que la cifra podría elevarse a 32. La red de hospitales de la ciudad fue declarada en estado de alerta, a fin de atender a los heridos, muchos de gravedad. Además, se informó que unos 15 locales comerciales y departamentos vecinos resultaron dañados.
El fiscal regional Francisco Galvis no descartó que este ataque sea una “retaliación” de las FARC por las operaciones desplegadas en los últimos días, cuando fueron capturadas 68 personas, en su mayoría acusadas de rebelión. “Yo creo que ésta es una respuesta de las FARC al operativo que hicimos el lunes pasado en la comuna tres, donde logramos capturar a 33 guerrilleros”, explicó. Galvis denunció que ese suburbio está siendo “infiltrado” por entre 350 y 400 miembros de las FARC, entrenados para asestar “golpes” a la población civil.
La explosión de Medellín se produjo en momentos que el presidente Uribe propuso a Estados Unidos liderar una fuerza multinacional, similar a la desplegada en torno de Irak, para combatir por aire y tierra a los narcotraficantes y grupos armados ilegales del país andino. “Si se está haciendo este despliegue frente a Irak, ¿por qué no se piensa en uno semejante para ponerle punto final al problema de la droga y el terrorismo, y controlar eficazmente los océanos Atlántico y Pacífico, para que se acabe ese tránsito de cocaína entre Colombia y California, por ejemplo?”, señaló Uribe, un estrecho aliado de Washington en la lucha contra el narcotráfico y los grupos violentos. El ex canciller colombiano Augusto Ramírez ayer calificó de “desafortunada” y “extravagante” la aseveración de Uribe y señaló que el mandatario “no tenía necesidad de acudir al argumento de comparar a Colombia con Irak para reclamar la creación de una fuerza multinacional para combatir el narcotráfico”.