Estados Unidos se quedó solo con el respaldo de su aliado Israel en la votación de ayer en la Asamblea General de la ONU contra el embargo económico que aplica desde hace casi medio siglo a Cuba. La isla lo proclamó un “triunfo rotundo”.

Los votos en favor del levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero crecen cada año desde que en 1992 se presentó por primera vez el repudio en Naciones Unidas. La resolución recibió ayer 187 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y sólo tres abstenciones (Micronesia, Palau e Islas Marshall) en la Asamblea general de la ONU.

La votación fue más favorable a Cuba que el año anterior, cuando un texto equivalente recibió 187 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones (Micronesia e Islas Marshall). Palau pasó este año de votar en contra a abstenerse. La Asamblea General de la ONU instó en la resolución a todos los países a abstenerse de aplicar leyes dirigidas a reforzar y ampliar el bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla.

El canciller cubano Bruno Rodríguez Padilla acusó a Estados Unidos de carecer de sustento legal para mantener la medida que, según él, “califica como genocidio” y acto hostil unilateral contra la isla socialista.

Egipto en nombre de los países no alineados, Yemen en el del Grupo de los 77 más China, y Brasil representando a los del Mercosur, se expresaron en respaldo a Cuba en el debate que precedió la votación.

El representante de Venezuela, Jorge Valero, dijo que “el bloqueo afecta los intereses legítimos de cualquier Estado que decida ser socio comercial de Cuba, a través de la aplicación extraterritorial del sistema estadounidense”.

Se trata de la 19ª vez consecutiva que la ONU vota un texto similar. De los 59 países que apoyaron el texto en 1992, la cifra ha ido aumentando con los años: a 179 en 2004, 184 en 2007, 185 en 2008 y 187 desde el año pasado. Y es la segunda vez que la ONU se pronuncia contra el bloqueo desde la llegada a la Casa Blanca del demócrata Barack Obama, quien finalmente no modificó sustancialmente la política hacia Cuba.

“Es evidente que Estados Unidos no tiene intención de eliminar el bloqueo”, deploró el canciller Rodríguez.

El vocero del Departamento de Estado norteamericano Charles Luoma-Overstreet habló en reacción a la resolución de la ONU. “El ejercicio anual en la ONU ignora el hecho de que EE.UU. es una de las principales fuentes de víveres y ayuda humanitaria para Cuba.”

Las sanciones económicas estadounidenses a la isla datan de 1962, decididas por el presidente John Fitzgerald Kennedy, demócrata igual que Obama. Fue la primera de una serie de medidas de carácter económico y comercial para aislar al gobierno de Fidel Castro, a las que siguieron, entre otras, la ley Helms-Burton, la ley Torricelli y las restricciones a los viajes a la isla desde Estados Unidos, ahora levantadas por Obama, aunque sólo para los cubanos.

La resolución de la Asamblea General de la ONU se refiere a esas medidas extraterritoriales al pedir “a los Estados donde existen y siguen aplicándose leyes de ese tipo que en el plazo más breve posible y de acuerdo con su ordenamiento jurídico tomen las medidas necesarias para derogarlas”.

Los medios oficiales de la isla se hicieron eco de la noticia. “Ha sido un respaldo rotundo de la comunidad internacional a Cuba y un rechazo a esa medida que ha pretendido frenar el progreso de nuestro país. Rotundo triunfo, dijo el noticiero de televisión al abrir su edición del mediodía con la votación y el discurso del canciller Rodríguez en la sede de las Naciones Unidas.

“Contundente apoyo a Cuba de la comunidad internacional”, tituló la edición digital del diario oficial Granma, al destacar que ni siquiera la llegada al poder de “un nuevo gobierno demócrata en los Estados Unidos, supuestamente animado por una filosofía de cambio, ha significado un giro esencial en esta política unilateral y genocida”.

Para el órgano del Partido Comunista, “se han mantenido y reforzado las principales acciones de la coercitiva medida, manifestadas en mayores sanciones económicas y persecución a la actividad empresarial y transacciones financieras cubanas”.

Según la isla, el entramado de restricciones comerciales, financieras y económicas impuestas desde hace 48 años dejan pérdidas a Cuba por 100 mil millones de dólares.