EL MUNDO › OPINIóN
› Por Washington Uranga
Desde La Habana
El 32º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano que se realiza actualmente en La Habana y que culminará el próximo 12 de diciembre, se inició con un discurso de fuerte tono político por parte del presidente y creador del evento, Alfredo Guevara, importante personalidad intelectual cubana muy ligada a Fidel Castro. A tono con el proceso de revisión encarado por la Revolución y que implica cambios en la economía, pero también en el modo de organización de los cubanos, Guevara invitó a “desestatizar”, criticó con dureza a la “burocracia, inmovilista siempre y siempre improductiva” a la vez que reinvindicó los valores del socialismo, la diversidad y, sobre todo, “el poder del pueblo” que servirá para garantizar el rumbo futuro. Dijo también que los cubanos están “envueltos en una nueva vorágine” y dispuestos a “transformar muy profundamente nuestro modelo económico-productivo” modificando “aspectos fundamentales de la estructura de nuestra sociedad”.
Utilizando el marco del festival y reconociendo la diversidad que el mismo encierra, Guevara aprovechó para decir que “de la diversidad se trata, de esa riqueza de verdad infinita, ilímite, de la vida real, del mundo real, y como es natural, del más inmediato. Del que nos toca vivir”. Para sostener de inmediato que “son muchas las preguntas que me hago en el hoy de América latina y porque de América latina, de Cuba, mi más cercana patria y país sede. ¿Qué lección ha de darnos, de inmediato, la emergencia renovadora, a veces revolucionaria, a veces tímida, a veces audaz, a veces temeraria, a veces profética, a veces soñadora, a veces inesperadamente aleccionadora y como de refundación identitaria, e identitaria siempre, de una u otra forma, porque siempre empeñada en salvar o recuperar el rostro más auténtico, que es como decir afirmarse en la dignidad?”.
Hablando ante los cineastas, artistas, intelectuales y políticos reunidos el jueves 2 de diciembre en el teatro Carlos Marx de La Habana, Guevara aludió al momento particular que vive Cuba y su proceso revolucionario. “Entre nosotros estáis –dijo– en los días iniciales de una experiencia social que hará historia. Es, en nuestro mundo, ocasión deslumbrante en que una Revolución, de vocación y en el camino socialista, se rebela, desde dentro, revolucionándose contra el riesgo de verse devorada por el espíritu soporífero-conformista-estatal que suele encarnar en burocracia, inmovilista siempre y siempre improductiva”. El presidente del festival aludía de esta manera al proceso iniciado, que contempla que el Estado se vaya desprendiendo del monopolio en ciertos campos, a favor de la ampliación del trabajo por cuenta propia que irá acompañado de una reforma impositiva que, según dicen las autoridades, tiene por finalidad garantizar los servicios básicos, entre otros los de educación y de salud, que seguirán siendo asegurados por el Estado cubano.
En una alocución pensada para un público proveniente de todas partes del mundo, Guevara explicó los términos de los cambios que se proyectan, aclarando que nada de lo hecho se tirará por la borda. Señaló entonces que “nos revolucionaremos en orden, tras reflexión y elección calculada” e indicó que ese proceso se hará “facilitando la participación de todos, escuchando, aprendiendo, alertando, organizando nuestras acciones”. Pero, advirtió, que la misma tarea se realizará “rechazando de entrada a los que pretenden empujarnos de nuevo hacia los dos nefastos abismos: la neocolonia ya vivida y la brutalidad capitalista por no pocos de ustedes conocida”, les recordó a los latinoamericanos presentes. ¿Cuál será el reaseguro según el dirigente cubano” “El antídoto es muy simple: el poder, el pueblo”.
Hubo también un mensaje para el propio Fidel Castro, su amigo y compañero de luchas. Reconoció entonces que la inauguración del Festival resultó en una “maravillosa ocasión para decir a Fidel que nos viene alertando de riesgos que sólo nosotros podemos resolver; la Revolución que decide renovarse a fondo, rejuvenecer y dar nueva vida a la Sociedad y a la creatividad persona a persona, no encontrará corrupción ni capitulación desde dentro; lejos de ello nos permitirá ofrecer otro ejemplo de audacia y firmeza revolucionaria; de audacia intelectual-política”.
Como en cada edición, el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano resulta ser un acontecimiento popular, al que los cubanos acuden en masa poblando las salas de exhibición, y un hecho político para Cuba y una vitrina para que los cubanos salgan al mundo. El evento culminará el 12 de diciembre con la entrega de los premios Coral –galardón oficial– y otros de jurados especiales. Carancho, de Pablo Trapero; La mirada invisible, de Diego Lerman; Los labios, de Iván y Santiago Loza, y Por tu culpa, de Anahí Berneri, son las películas argentinas que compiten en el rubro principal, junto con otras 17 producciones.
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