Desde Santiago

El tema del gas sigue encendido en Magallanes, la zona más austral de Chile. Mientras ayer se efectuaban los funerales de Melisa Silva (23) y Claudia Castillo (19), las dos jóvenes que murieron atropelladas el martes en medio de las manifestaciones por el alza de los valores de la energía en la zona, el gobierno, en boca del propio presidente Sebastián Piñera, reiteró el llamado al diálogo y a deponer los “actos de violencia” registrados en la región.

El mandatario responsabilizó soterradamente a los dirigentes de la Asamblea Ciudadana de Magallanes –la entidad que coordina las protestas callejeras en Punta Arenas y Puerto Natales– y a los alcaldes de esas ciudades como los gestores de los actos vandálicos ocurridos desde que comenzaron las barricadas hace unos días, luego de que La Moneda oficializara el aumento del hidrocarburo en 16,8 por ciento.

“El gas y el petróleo en Magallanes son cada día más escasos. El gobierno no puede esconder la cabeza como el avestruz, hasta que el gas y el petróleo se acaben... eso sería un desastre, un megadesastre para Magallanes... Quiero pedirles a los dirigentes que depongan la violencia que ha costado la vida de dos mujeres, que ha causado mucha destrucción y que la reemplacen por el camino del diálogo”, sostuvo.

En ese escenario, la senadora de ultraderecha, Evelyn Matthei (UDI) fue más directa y culpó al edil de Punta Arenas, el ex socialista Vladimiro Mimica, por los desmanes, pues a su juicio “ejerce un mal liderazgo” luego que el alcalde llamara a manifestarse a la población.

“Aquí ha habido una actitud de una irresponsabilidad increíble de parte del alcalde. Pocas veces he visto una posición tan populista, tan demagógica, tan violenta”, dijo Matthei, quien es hija del general Fernando Matthei, ex comandante en jefe de la FACH y ex integrante de la Junta de Gobierno de Augusto Pinochet.

“Por Dios, qué atentado, qué irresponsabilidad. Ella realmente no conoce al alcalde, no conoce la realidad de Magallanes no sabe lo que está ocurriendo... Estamos haciendo el trabajo más prudente que pudiéramos realizar, estamos llamando permanentemente a la calma y a la tranquilidad, no es el alcalde quien ha sacado a la gente a la calle es la gente quien ha salido por la justicia de sus demandas”, respondió Mimica.

Tratando de aplacar los ánimos, Piñera aseguró “a los “compatriotas de Magallanes” que seguirán teniendo un trato preferencial, pero ese trato “tiene que ser sustentable y durar en el tiempo”.

Con ello reiteró las justificaciones técnicas esgrimidas por la estatal Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) para la suba de los valores. “No podemos hacer lo que hacen tantos gobiernos, que es escoger el camino fácil de no hacer nada hasta que ya es demasiado tarde y los problemas no tienen solución...no queremos que a Chile le pase lo que llevó a graves problemas y a la ruina a países que son mucho más ricos que nosotros, como Irlanda, Grecia y España”, concluyó.

Pero, si de endilgar responsabilidades se trata, la petición efectuada por el gobierno al obispo de Punta Arenas, monseñor Bernardo Bastres, para que oficie de facilitador del diálogo en el conflicto, copó las redes sociales con comentarios en contra. A mediados del año pasado, cuando la huelga de hambre de un grupo de mapuches también tuvo en jaque a La Moneda, otro obispo, monseñor Alejandro Goic, tuvo que mediar en el asunto, lo que no pasó inadvertido.

“Sería bueno que Piñera pusiera a un cura también en el gabinete”, coincidieron varios cibernautas en Twitter y Facebook.

Bien o mal, Bastres encabezó desde temprano una intensa jornada de negociaciones con la intendenta regional, Liliana Kusanovic, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, representantes de la Asamblea Ciudadana y los ediles de la región. Al cierre de esta edición, los convocados seguían buscando una eventual solución al conflicto en la parte chilena de Tierra del Fuego.

Sin embargo, palabras como las efectuadas por el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, que aseguró que la economía siempre termina imponiéndose a los factores políticos, no fueron bien recibidas por la ciudadanía. De paso, Fontaine reconoció un impacto en el turismo, la imagen y los servicios de la zona, pues el conflicto ha afectado las vías de transporte aéreo y terrestre, en especial los accesos a las Torres del Paine.

En este sentido, el subsecretario Ubilla, pidió tranquilidad a la gobernadora de la provincia argentina de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, quien manifestó su temor de que el conflicto de la región de Magallanes termine por aislar a su zona.

“Le quiero decir a la señora gobernadora que esté tranquila, porque nosotros como país vamos a encontrar la solución al tema... en horas de la madrugada salieron por el paso internacional Bahía Azul los últimos argentinos. Hubo un atraso, pero eso ya quedó solucionado”, sostuvo la autoridad.

La nota anecdótica la dio el diputado independiente, Miodrag Marinovic, quien en su cuenta de Twitter publicó: “Magallanes en paro. Firmes. Dignos. Chilenos!! No nos ganaran y sino cheeeee! Nos vamos al otro lado del alambre! Viva Chile”, la curiosa arenga refleja la molestia por el “abandono del extremo sur”, como ha sostenido el parlamentario