EL MUNDO › VARIOS ASESORES CERCANOS A BERLUSCONI CAYERON EN LA MIRA DE LA JUSTICIA
En pocos días fueron arrestados dos exponentes del partido de Berlusconi. Sobre otros dos, también del oficialista PdL, deberá decidir el Parlamento, y dos más, opositores, corren riesgo de detención. La ofensiva judicial preocupa a Il Cavaliere.
› Por Elena Llorente
Desde Roma
Una nueva campaña judicial anticorrupción “Mani pulite” (“Manos limpias”), similar a la que los jueces de Milán lanzaron contra políticos y empresarios en la década del ’90, parece haberse desencadenado esta semana en Italia. En pocos días fueron arrestados dos exponentes del partido de Berlusconi, el Popolo della Libertà (PdL), uno de ellos un diputado. Sobre el arresto de otros dos, también del PdL, deberá decidir el Parlamento, y dos más, del opositor Partido Democrático (PD), corren riesgo de detención.
Para algunos, los fiscales que persiguen los distintos casos de corrupción en distintas regiones no tienen un plan preestablecido para derrocar al primer ministro Silvio Berlusconi, como en cambio sostienen ciertos exponentes del gobierno e incluso Il Cavaliere. En efecto, la Magistratura está golpeando también a exponentes de la oposición.
El caso más escandaloso fue el del diputado PdL Alfonso Papa, primer parlamentario en 27 años para el que el Parlamento autorizó el arresto. Según la fiscalía de Nápoles, Papa –ex fiscal y ex alto funcionario del Ministerio de Justicia– era la figura central de una asociación ilícita que utilizaba informaciones judiciales reservadas sobre investigaciones en curso para presionar a políticos y empresarios, favorecer el nombramiento de amigos en cargos importantes y orientar licitaciones públicas. Tenía estrechas relaciones con otro hombre de negocios, Luigi Bisignani, también bajo investigación, a su vez relacionado con la mano derecha de Berlusconi, Gianni Letta.
En esta investigación, llamada P4 –en recuerdo de la famosa logia masónica P2 de Licio Gelli, que tuvo muchas relaciones con la Argentina de los militares–, también cayó el jefe de la guardia de finanzas o policía financiera y un exponente de los carabineros, que habrían pasado informaciones reservadas a Bisignani. Papa está acusado de ser uno de los jefes de la P4. Como la P2, la P4 constituye, según la fiscalía, una suerte de grupo de poder para espiar y tener bajo control a empresarios, jueces y políticos de la oposición. Las acusaciones contra Papa hablan de corrupción, extorsión y favorecimiento personal.
Para poder arrestar a Papa, la Cámara de Diputados debía dar la autorización. Berlusconi, que estuvo presente durante la votación, esperaba que su mayoría parlamentaria detuviera el arresto. Sin embargo, las cosas no anduvieron como él pensaba y, el miércoles, Alfonso Papa fue detenido. La cara de Berlusconi en el Parlamento fue de lo más significativa, con una expresión contrariada que pocas veces se le ha visto, al menos en público. “Hay un ataque judicial permanente contra mi persona, para embarrar mi imagen. ¿Han visto lo que escriben los diarios extranjeros sobre mí? A los 75 años, pensé que las había visto todas, pero el asco por este voto en el Parlamento no pasará tan rápido”, habría dicho a sus correligionarios. De todas maneras, los más estrechos colaboradores del primer ministro, como el diputado del PdL Niccolo Ghedini –abogado personal de Berlusconi, por otra parte, en los distintos juicios que tiene pendientes–, aseguran que el voto del Parlamento no significa ninguna ruptura dentro de la coalición de gobierno, sino una decisión “dejada a la libre conciencia” de los parlamentarios.
Otros políticos están en la mira de los jueces. El diputado Marco Milanese, del PdL, recibió una orden de arresto por un caso de corrupción y se espera que el Parlamento vote luego del receso de agosto. Por su parte, el ministro de Agricultura, Saverio Romano, enfrenta un pedido de la Corte para comparecer por supuestos lazos con la mafia de Sicilia. Mientras tanto, fue arrestado otro miembro del PdL, Pier Gianni Prosperini, ex asesor de la región de Lombardía, que ya cumplió una condena por corrupción. Ahora se lo acusa de algunas coimas que habría recibido cuando era miembro de la administración de dicha región. Filippo Penati, del PD, en cambio, se autosuspendió del cargo que ocupaba en la región de Lombardía hasta tanto, dijo, todo se aclare. Está acusado de corrupción, entre otras cosas, por un soborno de cuatro mil millones de liras (unos dos millones de euros) que habría recibido hace 12 años.
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