El ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu (foto), alias “Txeroki”, fue condenado ayer a 377 años de prisión por el intento de asesinato hace nueve años de la entonces teniente de alcalde de la localidad española de Portugalete, Esther Cabezudo. La Audiencia Nacional de Madrid consideró probado que Txeroki integraba el comando de la organización que en febrero de 2002 colocó una potente bomba que explotó al paso de la política socialista y su escolta, cuando ambos se dirigían al ayuntamiento de la ciudad vasca. En el atentado se utilizó una carga explosiva de 20 kilogramos de titadyne colocada en un carro de la compra, que fue activada al paso de Cabezudo y su escolta, quienes sobrevivieron a la explosión por haber utilizado ese día excepcionalmente la acera contraria para acudir al ayuntamiento. Ambos resultaron heridos en el ataque junto a otras 18 personas. “Se trató de una acción muy violenta, por la enorme cantidad de explosivo utilizada, que originó unos efectos terribles, y sólo una afortunada coincidencia libró a las víctimas de una muerte segura”, afirmó la sentencia.