La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, llevó su solidaridad a la Unión Europea y propuso colaborar para que los gobiernos europeos puedan superar la crisis económica. En el discurso ofrecido en la V Cumbre Brasil-UE, en Bruselas, Rousseff cuestionó los planes de ajuste que afectan la actividad económica y causan desempleo. “La historia muestra que la salida de la crisis solamente será posible a través del estímulo al crecimiento económico por políticas de estabilidad macroeconómica, conjugadas con políticas sociales de generación de renta y empleo. No tiene sentido la aplicación solamente de ajustes recesivos”, sostuvo la mandataria brasileña. Rousseff abogó por una aproximación estratégica entre Europa y el Mercosur y señaló el compromiso de su gobierno al sostener que “Brasil se apresta a asumir su responsabilidad con un espíritu cooperativo, y ustedes pueden contar con nosotros”.

En su primera visita oficial a Europa, la presidenta volvió a cargar contra la estrategia adoptada por los líderes europeos para superar la crisis. “Una vez más enfrentamos un escenario de recesión y estamos ahora en la fase dos de la crisis (iniciada en 2008)”, afirmó la mandataria. Rousseff aseguró que “la política de socorrer las instituciones financieras generó un vasto endeudamiento gubernamental y ahora nos enfrentamos a un aumento del riesgo soberano”. “Es preciso dejar claro que la ausencia de regulación del sistema financiero internacional está en el origen de todo este proceso”, advirtió.

En la misma línea de la postura adoptada durante la última Asamblea General de Naciones Unidas, Rousseff propuso implícitamente que Europa adopte un plan similar al aplicado por su gobierno para superar la crisis. “Brasil y otros países emergentes han demostrado en los últimos años que crecimiento, generación de empleo y aumento de renta son compatibles con el equilibrio fiscal”, planteó la mandataria. En 2010, el comercio bilateral entre Brasilia y la UE superó los 60 mil millones de dólares, por lo que los problemas económicos en el Viejo Continente preocupan a gobernantes y emprendedores brasileños, donde además se teme que haya una fuga de capitales financieros europeos si la situación empeora.

La mandataria brasileña afirmó que “sudamericanos y europeos podremos ciertamente desarrollar una complicidad estratégica entre nuestros dos bloques, lo cual podrá ofrecer grandes ganancias económicas y políticas”. Por su parte, el titular de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, también expresó su respaldo al acercamiento entre la UE y el Mercosur. “En Europa vemos a Brasil como una potencia, creemos que Brasil puede ayudar en el esfuerzo global frente a los problemas de la crisis global”, aseguró el funcionario portugués.

Rápida de reflejos, la presidenta brasileña devolvió gentilezas y remarcó que el éxito de la Unión Europea es extremadamente importante para toda la humanidad. Durante su escala en Bruselas, la mandataria se reunió, durante dos horas, con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y con Barroso. Junto a ellos analizó la crisis financiera y la coyuntura política en Africa del Norte y Medio Oriente. Rousseff participó de un seminario con empresarios de Brasil y el bloque europeo. Mañana llegará a Bulgaria, la tierra de su padre, y luego continuará su viaje rumbo a Turquía.