EL MUNDO › CON EL ANUNCIO DE LA ETA, EL úLTIMO GRUPO ARMADO ACTIVO EN LA REGIóN, TERMINA UN CICLO
El día después del anuncio de que el grupo separatista vasco renunciaba a la lucha armada, políticos de España, Francia y de toda la Unión Europea celebraron la decisión y dijeron que habían triunfado la democracia y el estado de derecho.
El adiós a las armas de la ETA fue saludado ayer por Francia y la Unión Europea (UE) como una victoria de la democracia, así como por la izquierda independentista vasca, que aclaró que esa decisión no implica el fin de la lucha política por la secesión. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó que la renuncia a las armas de la ETA representa una “victoria de la democracia sobre la violencia” y felicitó por ella al jefe del gobierno socialista español, José Luis Rodríguez Zapatero, y a “las autoridades, a las fuerzas políticas y al pueblo españoles”.
La ETA, que reivindica la independencia de Euskal Herria, una gran nación vasca que abarcaría desde el País Vasco y Navarra, en el norte de España hasta la región vasca del sudoeste de Francia, llamó en su comunicado del jueves a los gobiernos de España y Francia a “abrir un proceso de diálogo directo”. Francia fue considerada mucho tiempo como un santuario de los militantes de la ETA, pero en los últimos años la policía francesa propinó duros golpes a la cúpula de la organización.
El presidente de la Unión Europea (UE), Herman van Rompuy, afirmó que la renuncia de la ETA a las armas “representa una derrota para el terror y una victoria para la democracia, la libertad y el estado de derecho”, y honró la memoria de las 829 víctimas de la ETA en 40 años de acción armada.
El ex primer ministro británico Tony Blair se congratuló por su lado por el fin de la “última confrontación armada de Europa”.
Tras el anuncio del jueves, Zapatero expresó su convicción de que la sociedad vasca podrá disfrutar por fin “de una convivencia no anudada al miedo o a la intimidación” y destacó que “la unidad de los partidos democráticos españoles y vascos ha resultado decisiva para alcanzar este final”. El líder del opositor Partido Popular (PP, derecha), Mariano Rajoy, gran favorito para presidir el gobierno tras las elecciones del próximo 20 de noviembre, exigió que la ETA dé un paso suplementario y anuncie su disolución.
La izquierda independentista vasca, que con su distanciamiento de la violencia llevó a la ETA a abandonar las armas, celebró esta decisión, pero subrayó que ello no implica el fin “del conflicto político” vasco ni de la lucha por la independencia en las urnas. El anuncio de la ETA marca “un antes y un después en la historia del País Vasco”, se congratuló la responsable del movimiento Abertzale (Patriótico), Maribi Ugarteburu.
“El cierre del ciclo armado de ETA (...), sin embargo, no supone el cierre del conflicto político”, agregó Ugarteburu, que compareció ante los medios en San Sebastián (norte) junto al líder del movimiento, Rufino Etxeberria, y otros 24 miembros de la izquierda independentista vasca.
“La negación de la realidad nacional de Euskal Herria y su derecho a decidir constituyen la semilla histórica del conflicto político y, de no superarse dicha negación, no será posible abrir un marco de plena democracia en este país”, aseguró Ugarteburu, leyendo en español una declaración que Etxeberria había leído previamente en vasco.
Estas son las “causas principales de la existencia de dicho conflicto que a partir de hoy nadie podrá ocultar tras la coartada de la lucha armada”, afirmaron. Reivindicando su proyecto independentista, la antigua Batasuna pidió que el histórico anuncio de la ETA dé paso a “un escenario de soluciones definitivas que haga posible todos los proyectos, en igualdad de condiciones”. Y que se deje la decisión final “en manos de la ciudadanía”, en referencia a una consulta popular sobre la independencia de la región.
A un mes de las elecciones legislativas del 20 de noviembre, el fin de la lucha armada puede propulsar a la izquierda independentista surgida de Batasuna (partido ilegalizado en 2003 por ser brazo político de la ETA) a lograr una representación significativa en el Parlamento de Madrid.
Según sondeos anteriores al anuncio de la ETA, el grupo Amaiur, nacido de la unión de Bildu (la coalición que dio la sorpresa en las últimas elecciones locales y regionales de mayo, logrando el 25 por ciento de los votos) y Aralar (antigua escisión no violenta de Batasuna), obtendría tres o cuatro diputados. Ahora podrían ser más.
Pero la política vasca mira ya más lejos, a las elecciones regionales de 2013, “que según lo que pase podrían adelantarse”, afirma una fuente nacionalista moderada. “Creo personalmente que la ETA no anunciará su disolución hasta las elecciones autonómicas”, asegura.
El futuro de la organización es aún impreciso. “Yo creo que puede ser el fin de ETA, pero siguen quedando dudas. Siguen teniendo armas, no han anunciado su disolución. Probablemente lo que quieren es negociar”, considera Florencio Domínguez, director de la agencia de noticias Vasco Press. “Pero, ¿qué van negociar? ¿La libertad para todos sus presos? Eso no puede ser, han causado demasiado dolor. La situación va ser complicada”, asegura.
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