El edificio que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene en Bruselas fue testigo mudo de un verdadero día de furia. Cuando intentaban ingresar a esa sede, para protestar por sus operaciones en el exterior y el mantenimiento de armas nucleares tácticas en Europa, la policía belga detuvo a 483 manifestantes –de un total de 500 pacifistas internacionales–, según señalaron los organizadores de la movilización. Durante la protesta, encabezada por los colectivos Acción por la Paz y Vredes Actie, al menos quince activistas habrían logrado entrar en el recinto, fuertemente custodiado y protegido por vallas. Pese a sortear el cerco de seguridad, fueron inmediatamente detenidos junto a otros cientos de simpatizantes. Según la Agencia Belga de noticias, que cita fuentes de la policía, los detenidos fueron llevados a la comisaría de Etterbeek.

Los activistas, que se organizaron en un equipo de intervención y otro de apoyo, viajaron a la ciudad de Evere (Bruselas) desde Alemania, Holanda, Francia, Reino Unido, Finlandia, Suecia, Turquía, Italia, Portugal y España, además del interior de Bélgica. Todo comenzó cuando las fuerzas de seguridad les impidieron acercarse a la sede de la OTAN. Entonces, los manifestantes tuvieron que conformarse con una zona verde acordonada y vigilada por la policía, bautizadas como “plaza de libre expresión” y “área de apoyo” por el grupo y que se ubicaba frente al edificio de la Alianza Atlántica.

Desde el cielo de Bruselas llegó el ruido de las aspas de los helicópteros que sobrevolaban la sede de la OTAN, mientras el personal de seguridad de la Alianza se mantenía en máxima alerta, apoyando el fuerte dispositivo de la policía belga. Los activistas, que comentaron la protesta en directo a través de la red social Twitter y grabaron la manifestación con sus teléfonos celulares y cámaras de video, para transmitirla a través de Internet, fracasaron en un primer intento de entrar en la sede de la OTAN.

Cuando intentaban rodear la zona donde se encuentra la sede para tratar de saltar las vallas y forzar el cierre del recinto, fueron interceptados inmediatamente por policías de la guardia montada. El paso de los activistas también fue repelido cuando intentaron avanzar por calles más pequeñas y por atajos. Con pancartas en las que podía leerse “Fuera de Afganistán, no más asesinatos” y “Si quieren otro mundo, desarmen el sistema”, los manifestantes quisieron enviar un mensaje sin ambigüedades para que fuera recogido por los jefes de Estado y de Gobierno que participarán en la cumbre de la OTAN que se celebrará el 20 y 21 de mayo en Chicago, Estados Unidos.

“No queremos un escudo antimisil. No queremos tropas de la OTAN en Libia o Afganistán. No queremos armas nucleares peligrosas, inútiles e ilegales”, señaló Acción por la Paz en un comunicado. Este grupo ya protagonizó acciones similares en 2008 y 2009 en la sede de la OTAN, que culminaron con la detención de cientos de personas, en la base militar de Kleine Brogel, ubicada al nordeste de Bélgica, donde se cree que hay almacenadas armas nucleares tácticas.