El desempleo en Europa escaló a un nivel que no se registraba desde hace quince años. Cerca de 17 millones de personas están sin trabajo en la Eurozona, con una desocupación que en febrero trepó al 10,8 por ciento, superando al 10,7 por ciento de enero. Los datos fueron divulgados ayer por la agencia de estadísticas continental Eurostat y las proyecciones de los expertos aseguran que la tendencia no se detendrá. La última vez que la tasa de desempleo alcanzó niveles similares fue en mayo y junio de 1997, subiendo levemente en abril del mismo año hasta alcanzar el 10,9 por ciento. La grave situación laboral se profundizó a partir de la crisis de deuda soberana, que obligó a los gobiernos de la Unión Europea (UE) a realizar drásticos recortes del gasto público. En ese contexto, la confianza de las empresas colapsó el año pasado, empujando a varios países de la región a la recesión y al peligro inminente de caer en default, un combo decididamente explosivo para las golpeadas economías del Viejo Continente y su impacto en la creación de puestos de trabajo.

Como si fuera poco, las estimaciones de la Comisión Europea no son para nada halagüeñas: el organismo internacional proyecta una contracción del trabajo del 0,3 por ciento en 2012, con una reducción en marzo de la actividad manufacturera del bloque por octavo mes consecutivo. Como sucede en los últimos meses, la Cenicienta del baile, entre los Estados miembro, es España. Allí se registra el nivel más alto de desocupación (23,6 por ciento), seguida por Grecia, otro de los países que han sufrido –y resistido– el embate de los organismos internacionales de crédito. En el país de La Odisea, el desempleo alcanza al 21 por ciento. Italia, por su parte, reportó un 9,3 por ciento de desocupados en febrero, que representa un alza de 0,2 puntos porcentuales en relación con enero de este año, y de 1,2 puntos si se toma esa cifra en un período de un año, siempre según informó el instituto de estadísticas italiano (Istat) sobre estimaciones provisorias (este índice es para Italia el más alto desde enero de 2004, cuando se iniciaron los reportes mensuales). El desempleo en Irlanda y Portugal es del 14,8 por ciento.

Los países de la Eurozona con menor desocupación fueron Austria (4,0 por ciento), Holanda (5,0 por ciento) y Luxemburgo (5,1 por ciento). En relación con enero de 2011, la cantidad de personas sin trabajo ascendió en 1,4 millones en toda la UE, la mayoría residentes en los países miembros de la Unión Monetaria Europea. En ese mes, el índice de desempleo fue del 10,1 por ciento en la Zona Euro y del 9,5 por ciento en los veintisiete países. En el último año, la desocupación bajó en diez Estados, se mantuvo estable en dos y se elevó en quince. Los mayores descensos tuvieron lugar en Letonia (del 18,2 por ciento al 14,7 por ciento), Lituania (del 17,5 por ciento al 14,3 por ciento) y Estonia (del 13,9 por ciento al 11,7 por ciento).

Las alzas mayores se registraron en Grecia (del 14,1 por ciento al 19,9 por ciento), Chipre (del 6,3 por ciento al 9,6 por ciento) y España (del 19,9 por ciento al 23,3 por ciento). Entre los menores de 25 años –la franja etaria más afectada por este problema–, la tasa de desempleo alcanzó en enero el 21,6 por ciento en la Zona Euro y el 22,4 por ciento en la UE.

Pese al duro momento que atraviesa España en materia laboral, el presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, calificó de imprescindible su política de ajuste, aprobado el viernes por su gabinete. La medida representa el mayor recorte de gastos de la historia española.

“Hay cosas que no nos gustan ni a los propios miembros del gobierno, pero es imprescindible y absolutamente necesario para poner las bases de la recuperación”, dijo Rajoy durante una reunión del conservador comité ejecutivo del Partido Popular (PP) en Madrid. Los recortes, que entre otras cosas abaratan los despidos, fueron duramente criticados por casi todo el abanico social, que el jueves se manifestó con cientos de miles de personas lanzadas a las calles de toda España y una huelga general que tuvo un altísimo nivel de adhesión.

Los presupuestos generales del Estado para 2012, que serán presentados hoy ante el Congreso de los Diputados, incluyen ajustes por 27.300 millones de euros, lo que supone un promedio de recorte en los gastos de los ministerios del 16,9 por ciento. Aunque es contradictorio con la realidad, el gobierno español califica estos recortes como los más austeros de la historia democrática del país.