Vie 02.05.2003

EL MUNDO

La “Hoja de Ruta” hacia un conflicto sin cuartel

La “Hoja de Ruta” era el mapa de la comunidad internacional para la paz en Oriente Medio, pero a medida que siguen los atentados el único camino parece ser más guerra.

Por Ferrán Sales *
Desde Jerusalén

Cuando el plan de paz, la “Hoja de Ruta” que impulsa la comunidad internacional para resolver el conflicto israelo-palestino, no había aún cumplido sus primeras 24 horas, el ejército de Israel replicó el atentado que mató a tres israelíes en Tel Aviv el martes con una ofensiva militar contra el suburbio de Shajaiyah, al este de la capital de Gaza, considerado un baluarte de Hamas, provocando la muerte de 12 personas, entre ellas dos niños, uno de dos años y otro de trece. Cientos de soldados de infantería de las brigadas Givati y Golani, consideradas como la elite del ejército israelí, contando con la cobertura y apoyo de más de 60 vehículos de combate y decenas de helicópteros Apache, irrumpieron ayer poco antes de las dos de la madrugada en este barrio de Gaza, con la misión de localizar y acabar con los miembros del clan Abu Hin.
A los miembros de este clan el ejército los considera como uno de los máximos responsables de las Brigadas de Ezzedine Al Qasam, el ejército secreto de Hamas en la zona, y se los acusaba de ser autores del lanzamiento de misiles de fabricación casera sobre la ciudad israelí de Sderot. Los soldados rodearon la casa de la familia Abu Hin, situada en el centro del barrio, conminando por altavoces a sus habitantes a salir desarmados con las manos en alto. La respuesta no se dejó esperar y los tiros partieron de todas partes. La ofensiva militar, que en un principio estaba diseñada como una operación relámpago de entrada y salida, se prolongó así durante cerca de quince horas y se convirtió en una de las batallas más sangrientas y despiadadas entre el ejército israelí y la resistencia palestina desde que hace dos años se iniciara la Intifada.
El asedio de la casa de los Abu Hin duró hasta bien entrada el alba, hasta que los soldados aceptaran negociar y dieran permiso a los vecinos del inmueble y de las casas cercanas para abandonar sus viviendas. Luego los artificieros colocaron cargas de dinamita sobre las casas de los hombres que buscaban, haciéndola saltar por los aires. El estruendo de la explosión sacudió todo el barrio, escuchándose desde los puntos más alejados de Gaza.
Los cuerpos del dirigente de Hamas Yussuf Abu Hin, 38 años, responsable del clan militar, y de sus hermanos Ayman y Mahmud, de 30 y 29 años respectivamente, quedaron sepultados por los escombros de lo que había sido su vivienda. Pero en la operación murieron además otras víctimas inocentes como Amir Ayyad, de dos años, hijo de un herrero del vecindario, que fue abatido por un disparo en la cabeza, mientras permanecía en los brazos de su madre. “No podíamos salir de la casa. Estábamos sentados en el suelo, en el centro del salón, tratando de protegernos de las balas en medio de la oscuridad y entre el lloro de los pequeños. Los proyectiles entraban por todas partes y alcanzaron al pequeño”, aseguraba ayer entre sollozos uno de sus familiares. Otros corrieron una suerte similar, sobre todo aquellos que en medio del fragor de la batalla, presas del pánico, trataron de salir del barrio a pie, aprovechando la oscuridad de la noche. Uno a uno fueron alcanzados por las balas, antes de lograr su objetivo.
Los primeros balances aseguran que en la batalla se registraron 12 muertos y los heridos superaron los 60. Ocho soldados israelíes resultaron también heridos.
A la misma hora en que se desencadenaba el ataque sobre este barrio de Gaza, fuerzas blindadas del ejército israelí irrumpían en la localidad de Yatta, cercana a Hebrón, en Cisjordania, donde fueron abatidos otros dos dirigentes locales de Hamas. Mientras en los campos de refugiados de Rafah cercanos a la frontera con Egipto, los soldados dinamitaban ocho casas, situadas cerca de la línea de separación. En la operación resultaron dañadas otras quince viviendas, mientras desde diversas capitales europeas se hacían gestiones sobre el gobierno de Ariel Sharon para que retirase las tropas. Un portavoz del Ministerio de Exteriores de Jerusalén aseguraba en la tarde de ayer, a modo de excusa, que la operación de castigo contra Gaza no tenía nada que ver con la “Hoja de Ruta”, que se trataba de dos hechos sin ninguna relación, ya que “la acción del ejército estaba preparada desde mucho antes” de que se difundiera el plan de pacificación.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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