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› NUEVE DEMOCRATAS NO TUERCEN LA INTENCION DE VOTO
¿Quién parará a este hombre?
Los nueve precandidatos demócratas a la presidencia debatieron en la noche del sábado en torno de Irak y la economía. Ninguno brilló, mientras una nueva encuesta daba más ventaja a George W. Bush.
Si las elecciones presidenciales fueran hoy, ningún demócrata vencería a George W. Bush, dice una encuesta publicada ayer por el diario Washington Post. Hay nueve precandidatos demócratas a la presidencia. Pero, según el sondeo, tres de cada cinco estadounidenses votarían al presidente si compite con cualquiera de los tres candidatos más fuertes del Partido Demócrata: los senadores Joseph Lieberman y John Kerry y el representante Dick Gephardt. Los tres recibieron un tercio de las intenciones de voto, pero la encuesta afirma que ninguno se perfila como un líder partidario. Este fin de semana, los nueve precandidatos demócratas tuvieron su primer debate para buscar al candidato que le gane a Bush en noviembre del 2004. Los aspirantes demócratas a la presidencia discutieron sobre Irak y quién sería el mejor para proteger la seguridad del país. Y tuvieron fuertes diferencias sobre el sistema de salud de los norteamericanos.
Según la encuesta del Post, el 55 por ciento de los norteamericanos entrevistados respondió “nadie” o “no sé” cuando se les preguntó a quién veían como líder de los demócratas. Y, en caso de que haya una confrontación entre Bush y cualquier candidato demócrata, el actual mandatario ganaría con el 53 por ciento de los votos, afirma el sondeo. A pesar de que la economía estadounidense atraviesa su peor momento en años, Bush goza de altos índices de popularidad gracias a la guerra contra Irak y la lucha contra el terrorismo. Esto no debe haber cambiado mucho luego de que los nueve precandidatos demócratas a la presidencia se enfrentaran el sábado a la noche en el campus de la Universidad de Carolina del Sur para debatir antes de las elecciones primarias en enero del año que viene. En estos comicios se elegirá al candidato del partido que el 2 de noviembre de 2004 intentará derrotar a Bush. Los precandidatos representan todo el abanico de tendencias del Partido Demócrata. Los senadores Joseph Lieberman, ex compañero de lista de Al Gore en 2000 y el más conocido por el electorado, John Edwards, senador por Carolina del Norte, y Richard Gephardt, representante por Missouri, representan la derecha del partido. Los moderados son los senadores John Kerry y Bob Graham. Y el ala izquierda, que se opuso a la guerra contra Irak, está integrada por Howard Dean, médico y gobernador de Vermont, Dennis Kucinich, representante por Ohio, Carol Moseley Braun, asistente del fiscal general y ex senadora, y el activista por los derechos humanos Al Sharpton. Moseley Braun y Sharpton son los únicos candidatos negros.
Las diferencias en el debate demócrata se vieron alrededor de la guerra en Irak y los programas de seguro de salud. Pero los nueve precandidatos se unieron para atacar a Bush por descuidar la alicaída economía norteamericana e impulsar la reducción impositiva que, afirmaron, sólo favorece a los ricos. Lieberman, que apoyó fervientemente a Bush para atacar a Irak, criticó a Howard Dean por oponerse a esta guerra y acusó a John Kerry de tener una actitud ambigua sobre el tema. “Ningún demócrata será elegido presidente en el 2004 si no da pruebas de una fuerte posición en defensa nacional”, disparó. El senador Kerry, que como gran parte de sus colegas demócratas votó a favor de la resolución parlamentaria que le dio carta blanca a Bush para atacar a Irak, rechazó la acusación de Lieberman y dijo estar “feliz por la caída de Saddam Hussein”. Pero consideró que Bush “debió haber agotado todas las opciones” para desarmar a Irak antes de entrar en guerra. Kerry reafirmó la importancia del papel de un presidente para “preservar la supremacía militar estadounidense” al criticar la posición contraria de Dean al respecto. Dean se apuró a decir que había sido “un malentendido” y que “ningún presidente debe permitir un debilitamiento de nuestro poderío militar”.
Casi todos los precandidatos criticaron el ambicioso plan de salud de Gephardt, que permitiría dar seguro médico a unos 40 millones de estadounidenses que no tienen cobertura. “No vamos a solucionar este problema con grandes gastos públicos. Son ideas demócratas del pasado”, contraatacó Lieberman. Mientras, el senador Graham subrayó que tiene las probabilidades más altas de ganar las elecciones: al igual que JimmyCarter y Bill Clinton, que conquistaron la presidencia luego de gobernar estados en el sur del país, Graham fue gobernador de Florida, también al sur de Estados Unidos. Esta región representa un tercio de la población del país y tiene muchos habitantes latinoamericanos que casi siempre votan a los demócratas.
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