EL MUNDO
• SUBNOTA › LOS ANTI-BUSH FLORECEN EN HOLLYWOOD PESE A TODO
La revancha de Michael Moore
Por Javier Casqueiro *
Desde Washington
La guerra de los Bush contra los Sarandon todavía no ha terminado y no está nada claro de quién será la victoria. Las presiones y boicots del entorno republicano y conservador del presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, contra los actores y famosos que se han destacado por sus críticas a la invasión de Irak han sido demasiado evidentes y es posible que también hayan provocado efectos contraproducentes. Por de pronto, tanto Susan Sarandon como su compañero Tim Robbins atraviesan un buen momento profesional, con varias películas en cartera. Bowling for Columbine, el premiado documental del polémico director Michael Moore, que atacó duramente a Bush en la ceremonia de los Oscar, supera en ventas en Internet a la laureada Chicago.
El paradigma del acoso de Bush y su entorno contra el movimiento de actores y famosos que se han pronunciado contra su política de guerras preventivas es la pareja formada por Sarandon y Robbins. Y el último episodio de esa cacería es la suspensión por parte de un ex portavoz de la Casa Blanca de la época de Ronald Reagan llamado Dale Petroskey, ahora a cargo del Hall de la Fama de Cooperstown, de la proyección los días 26 y 27 abril del homenaje a la película Los búfalos de Durham, que ambos protagonizaron hace 15 años y que refleja el mundo del béisbol, que tanto apasiona a los norteamericanos.
El citado Petroskey envió una carta a Robbins en la que, en un sospechoso plural mayestático, lamentaba el uso que la famosa pareja de actores hacía de su proyección pública para atacar a Bush. Robbins le devolvió la misiva con duros insultos y recabó rápidamente el apoyo de compañeros tan importantes como Kevin Costner, que actuó en aquella cinta con ellos, y de Clint Eastwood. Los responsables del Hall de Cooperstown, al que Robbins había donado la camiseta que lucía en su papel como figura del béisbol, y de la propia Liga Profesional, se desmarcaron de Petroskey. El interfecto llegó a emitir una disculpa, aunque sólo sobre sus métodos.
Robbins, en cualquier caso, acepta, pese a todo, que su momento profesional no es malo, tiene dos películas recién terminadas, incluida una con Eastwood. Y sobre Sarandon, hasta los más críticos reconocen que está trabajando más de lo habitual para una actriz de más de 55 años.
No son los únicos. Porque el director Michael Moore, que desató la controversia por su ácido discurso político en los Oscar, comprobó con satisfacción que su libro Estúpido hombre blanco retornó a las listas de los más vendidos del prestigioso The New York Times. Y él mismo informó en su página web de que el consagrado y duro documental Bowling for Columbine ha recogido más órdenes de compra en Amazon.com que la propia Chicago.
* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.
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