A tres semanas de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, trece sospechosos fueron arrestados en Inglaterra en los últimos días por supuestas actividades terroristas. Las últimas detenciones se realizaron en tres operativos distintos en Birmingham y West Yorkshire, centro y norte del país, respectivamente.

Según informó Scotland Yard, los procedimientos son la culminación de una investigación que se inició el 30 de junio cuando se hallaron diversas armas de fuego en un automóvil detenido por un control policial. Los últimos detenidos –seis hombres de entre 23 y 27 años y uno de 43– fueron trasladados a una comisaría, acusados de “la comisión, preparación e instigación de actos terroristas”. Es el mismo delito por el que el jueves se detuvo a cinco hombres y una mujer, de entre 18 y 30 años, acusados de vinculación con el terrorismo islámico y que vivían en el barrio de Lutton, lugar que se convirtió en el punto de partida para muchos voluntarios que viajaron a Afganistán y Pakistán. Scotland Yard explicó que no se les encontró relación directa con los Juegos Olímpicos, pero encendió la alarma de seguridad a tres semanas de realizarse la ceremonia inaugural.

En medio de las sospechas, la autopista M6, una de las más transitadas de Inglaterra que une Londres con Preston, estuvo cerrada por tres horas por un operativo antiterrorista causado por lo que se creía podía ser una bomba y resultó ser un cigarrillo electrónico. Fue en respuesta a la denuncia de un pasajero de un autobús que se dirigía a Londres, quien alertó a las autoridades sobre un hombre con un artefacto que largaba un humo sospechoso. Tras cerrar la autopista y revisar a todos los pasajeros y al micro, se determinó que era una falsa alarma causada por un cigarrillo electrónico utilizado para dejar de fumar.

La policía británica llevó a cabo en los últimos meses numerosas detenciones bajo la ley antiterrorista al acercarse los Juegos Olímpicos, para los que el Reino Unido está instalando el mayor dispositivo de seguridad desde la Segunda Guerra Mundial, que movilizará a más de 40 mil militares, policías y agentes de seguridad privados con el respaldo de los servicios de inteligencia. Como informó la BBC, el operativo antiterrorista, lanzado tras recibirse información de inteligencia por parte del servicio secreto, estuvo vinculado con posibles complots de extremistas islámicos.