Los máximos representantes de la Iglesia Católica cubana homenajearon ayer en una misa al fallecido Oswaldo Payá, pese a las diferencias políticas que había mantenido con la jerarquía eclesiástica en los últimos tiempos. El funeral, que empezó a las ocho de la mañana, se vio empañado a partir de la detención de cincuenta activistas, que fueron arrestados mientras gritaban consignas políticas al finalizar el responso, según consignaron fuentes opositoras. Entre los detenidos se encontraba el psicólogo disidente Guillermo Fariñas. El arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, ofició la misa en la pequeña parroquia de El Salvador del Mundo, donde el cadáver de Payá fue velado durante toda la noche, después de que el activista católico y líder opositor falleciera el domingo, en la región oriental de la capital cubana, durante un accidente de tránsito. En el choque también perdió la vida el opositor Harold Cepero y resultaron heridos un español y un sueco, que viajaban con ambos en el vehículo.

Para la misa de Payá, Ortega se desplazó expresamente hasta la pequeña iglesia ubicada en el barrio habanero de El Cerro, que el dirigente político y católico frecuentó durante toda su vida. “Oswaldo tenía una clara vocación política y esto, como buen cristiano, no lo alejó de la fe”, dijo el cardenal en su homilía ante más de 400 personas. “Vivió el papel desgarrador de ser un laico cristiano con una opción política en total fidelidad a sus ideas”, semblanteó. La presencia del máximo representante de la Iglesia cubana despertó el interés de propios y ajenos, ya que en los últimos años el cardenal se había convertido en el principal interlocutor del gobierno de Raúl Castro y tuvo algunos roces con opositores tras la visita del papa Benedicto XVI a fines de marzo.

Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación e impulsor de la iniciativa reformista ciudadana Proyecto Varela, desarrollada a fines de los ’90 y comienzos de 2000, criticó hace unos meses duramente a la cúpula de la Iglesia cubana. El activista católico acusó a la jerarquía eclesiástica de La Habana de arrogarse la representación de la Iglesia y de excluir a la proscripta oposición cubana en su política de diálogo con el gobierno.

Además de citar palabras del mensaje de despedida de Benedicto, tras su visita a la isla, Ortega leyó después de la misa un comunicado del Papa donde el Sumo Pontífice expresaba sus condolencias a las familias Payá y Cepero. “Benedicto XVI le ruega hacer llegar a los familiares de los fallecidos su más sentido pésame y cercanía espiritual”, señaló el comunicado de Su Santidad. Asimismo, al templo asistieron también conocidos disidentes como la bloguera Yoani Sánchez, las Damas de Blanco o Fariñas, además de representantes de las embajadas de España, entre otros, y de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba.

A la salida de la iglesia se registraron incidentes entre la policía y opositores que corearon consignas de “¡Libertad, libertad!”. “Calculamos que han sido entre 40 y 50, sin duda alguna”, dijo Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. Los detenidos fueron trasladados del lugar en dos autobuses de la policía. Dos de ellos ya fueron puestos en libertad, agregó Sánchez. Los nombres de los liberados no trascendieron.

Angel Carromero Barrios, dirigente de la rama juvenil del derechista Partido Popular español, conducía el automóvil que chocó contra un árbol y que provocó la muerte de Payá. El joven de 27 años fue detenido para declarar sobre las circunstancias en la que se produjo el accidente. “Desde el punto de vista procesal, él (Carromero) está detenido, retenido o mejor dicho, prestando declaración a la policía desde el lunes en Bayamo”, dijo una fuente de la embajada de España.