El ministro de Finanzas griego, Ioannis Stournaras, presentó ante los expertos de la troika nuevas medidas de ahorro por 11.500 millones de euros (unos 13.900 millones de dólares), El nuevo ajustazo, que el país heleno deberá adoptar en un plazo de dos años, afectará sobre todo a los jubilados. Durante la reunión, que se extendió durante dos horas, el ministro intentó convencer a los inspectores de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo –que se encuentran en Grecia desde el martes–, para que liberen nuevas partidas presupuestarias para rescatar a Atenas. Según adelantó ayer la prensa griega, en el futuro no habrá ningún jubilado que cobre más de 2200 euros. Los recortes también alcanzarán al sector de la salud. Si las visitas al médico superan los 1500 euros anuales, los asegurados tendrán que pagar 10 euros por cada nueva consulta y un 15 por ciento de los costos hospitalarios.

Los líderes de los tres partidos que forman la coalición de gobierno de unidad nacional helena sellaron el paquete de medidas. El premier conservador Antonis Samaras se reunió con Evangelos Venizelos, referente del Partido Socialista Panhelénico (Pasok), y con el líder de la izquierda moderada (Dimar), Fotis Kuvelis, para analizar las medidas presentadas ante la troika. Tras la reunión, Kuvelis afirmó que la situación económica está extremadamente difícil y que la sociedad no aguanta más recortes.

Venizelos estimó que una posible salida de Grecia de la Zona Euro supondría el final de la unión monetaria europea. “Quien crea que Grecia debe ser sacrificada se equivoca”, afirmó el socialdemócrata, en referencia a declaraciones de políticos alemanes y de otros países que opinan que Atenas tendría que abandonar la moneda común. “Sería el suicidio de la Eurozona”, fue más allá el líder socialista. Poco después de la reunión de los tres líderes de la coalición, Samaras recibió al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

El funcionario de la Comisión Europea aseguró que Grecia seguirá en la Zona Euro con una condición, que presente resultados a sus acreedores. “Para mantener la confianza de sus socios europeos e internacionales, los retrasos deben terminar. Las palabras no son suficientes, los actos son más importantes”, sentenció el español, luego de reunirse con Samaras durante una hora y media.

Según la prensa griega, el representante del FMI, Paul Thomsen, habría expresado su satisfacción por la marcha de las conversaciones. El desembolso del próximo tramo de la ayuda para Grecia –calculado en 31.000 millones de euros– depende del informe que elaborará la troika, cuya difusión no se espera sino hasta fines de agosto, cuando desembarquen nuevamente en Atenas.