En medio de la grave situación económica de España, el presidente, Mariano Rajoy, recibió ayer una llamada de su par norteamericano, Barack Obama, para hablar sobre el incremento de la crisis económica en el país ibérico. Lejos de pronósticos favorables, más del 40 por ciento de los españoles augura un empeoramiento de la situación que desgasta al gobernante Partido Popular (PP).

Según informó el Ejecutivo español, Obama llamó por teléfono a Rajoy para hablar sobre la creciente crisis económica que atraviesa España. Durante una conversación de media hora, Rajoy explicó al dirigente demócrata los esfuerzos que están haciendo su gobierno y los españoles para reducir el déficit público y poner en marcha reformas estructurales contra la crisis, señaló la Moncloa. Fuentes gubernamentales han explicado a la agencia Europa Press que se acordó la semana pasada, a través de los gabinetes de los dos líderes, que ambos mantendrían una conversación telefónica estos días. Obama y Rajoy también analizaron la situación económica en la Unión Europea y a nivel mundial y han “contrastado la situación de los mercados”. Como indicó la agencia de noticias, el presidente de Estados Unidos, que aspira a ser reelecto en noviembre, ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por la crisis de deudas soberanas en la Unión Europea (UE) y, en particular, por el acoso de los mercados a las economías de España e Italia. Además, el mandatario siempre defendió que Europa se dote de una estrategia de crecimiento con la que acompañar los ajustes en el gasto.

Además, durante la jornada, fue divulgado un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que da cuenta de que el pesimismo de los ciudadanos españoles aumentó en julio. Cerca del 90 por ciento de los españoles considera que la situación económica del país es mala o muy mala, reveló el trabajo. La encuesta del CIS mostró que el desempleo sigue siendo el principal problema para los compatriotas de Rajoy y que el 40,5 por ciento augura que la situación económica empeorará frente a sólo un 18,2 por ciento que espera que mejore y un 30,2 por ciento que, con mayor pesimismo, estima que no cambiará. El CIS dio otro enfoque a la situación al precisar en cifras que la crisis económica sigue desgastando al gobernante PP de Rajoy, que desde las elecciones generales del pasado 20 de noviembre acumula una caída de ocho puntos en la intención de voto.