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› EL TRIPLE ATENTADO DEL LUNES EN RIAD SUMO 34 VICTIMAS SEGUN EL REINO
“Un 11 de septiembre para los sauditas”
Unos 15 sauditas cometieron los tres atentados suicidas en Riad, anunció ayer el jefe de la diplomacia de Arabia Saudita, el príncipe Saud al-Faisal. Dijo que el atentado es comparable a los del 11 de septiembre en Estados Unidos y que parece “obra de la red Al Qaida”. El martes, el vicepresidente norteamericano Dick Cheney dijo que en los atentados del lunes murieron 91 personas. Pero las cifras oficiales indican que los muertos son 34, entre los que figuran siete estadounidenses. El atentado en Riad representa un golpe político para Bush: ahora se lo acusa de haberse concentrado en derrocar a Saddam Hussein en vez de luchar contra el terrorismo internacional.
“Los ataques del 11 de septiembre fueron perpetrados por 15 sauditas, la misma cantidad que los que atacaron aquí”, declaró ayer el príncipe saudita en el programa “Today” de la cadena norteamericana NBC. Dijo que, para los sauditas, el ataque del lunes iguala a los atentados en Nueva York. Y declaró que “parecen obra” de la red Al Qaida. También dijo que el reciente ataque “reforzará los lazos” entre Estados Unidos y Arabia Saudita. “Teníamos información de que se planeaba un ataque importante y formamos un comité con Estados Unidos para planear la forma de prevenir un ataque”, dijo Al Faisal. “Estuvimos muy cerca de lograrlo.” Pero el embajador de Estados Unidos en Arabia Saudita, Robert Jordan, criticó al gobierno de Riad por no haber hecho lo suficiente para prevenir los ataques del lunes. De todos modos, insistió con que Arabia Saudita sigue siendo un aliado fiel en la guerra contra el terrorismo. Por otro lado, el gobierno estadounidense anunció que un equipo de agentes del FBI ya se encuentra en Arabia Saudita para investigar los atentados. Y que el personal “no indispensable” de la embajada estadounidense en Riad empezó a abandonar el país.
El martes, Cheney había anunciado que los muertos en el ataque ascendían a 91. Pero el gobierno saudita indicó ayer que los muertos son 34, entre los que hay siete estadounidenses, un británico y un irlandés. Y que hay 194 heridos. Pero más allá de las pérdidas humanas, los atentados en Riad son un duro golpe para el gobierno de Bush. Los medios norteamericanos se preguntan por qué, al igual que el 11 de septiembre, los atentados no pudieron evitarse, a pesar de que los servicios secretos tenían indicios de posibles ataques terroristas. En círculos republicanos y demócratas se comenta que en vez de derrocar al régimen iraquí, Bush tendría que haberse concentrado en luchar contra el terrorismo. Y que se mostró demasiado agradecido con las “minúsculas medidas” que tomaron los sauditas contra el terrorismo luego del 11 de septiembre. Incluso varios expertos habían indicado que la clase alta de Riad sigue siendo la principal fuente de financiación de Al Qaida.
No bien se conocieron los atentados, los funcionarios estadounidenses se deshicieron en elogios por la “impecable cooperación” del gobierno saudita para dar con los responsables. “En gran medida, Arabia Saudita es responsable de sus propios problemas”, dijo ayer el senador republicano John McCain, ex precandidato presidencial y uno de los legisladores más influyentes de su partido. McCain denunció que los sauditas no han cooperado con los servicios de inteligencia estadounidenses. Y que tampoco dejaron que Estados Unidos interrogara a los presuntos autores de los atentados de 1996 contra las Torres Khobar, en Arabia Saudita.
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