EL MUNDO
› NUEVOS ALERTAS ANTITERRORISTAS EN KENIA Y LIBANO
Las barbas de Osama en remojo
Los alertas antiterroristas están más rojas que nunca. Luego de los atentados en Arabia Saudita y Chechenia de esta semana, donde resurgió la amenaza de Osama bin Laden, ayer fue un día de medidas frenéticas. Es el caso del ejército libanés que, junto con fuerzas del ejército sirio desmantelaron una presunta red terrorista que planeaba atentados en el Líbano contra la embajada de una “potencia occidental”, que se presumió era Estados Unidos. Al mismo tiempo, en Gran Bretaña se suspendieron los viajes desde y hacia Kenia ante un alerta de posibles atentados en Africa oriental. Y la Justicia estadounidense inculpó a dos yemenitas prófugos por su participación en el atentado reivindicado por la red Al-Qaida contra el destructor “USS Cole” en el puerto de Aden en octubre de 2000, en el que murieron 17 marinos.
“Los servicios de inteligencia libanés y los del ejército sirio presentes en Líbano detuvieron a los miembros de una red que planificaba atentados contra la embajada de una gran potencia occidental y contra centros del ejército y la policía libaneses”, indicaron fuentes libanesas, sin precisar el número ni la nacionalidad de los detenidos. El canal de televisión qatarí Al Jazira aseguró que el objetivo del atentado que preparaba esa red era la embajada de Estados Unidos, pero en Damasco.
El anuncio ocurrió tres días después de un triple atentado suicida contra intereses occidentales en Arabia Saudita atribuido a la red terrorista de Osama bin Laden, que causó decenas de muertos, entre ellos siete estadounidenses. En su reciente visita a Siria y Líbano, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, pidió a Damasco y Beirut un mayor esfuerzo en la lucha contra el terrorismo. Por su parte, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, aseguró ayer que Irán refugia terroristas de Al-Qaida y que no es fácil encontrar a una sola persona, refiriéndose a la desaparición de Osama tras la ofensiva estadounidense en Afganistán.
Entretanto, medio centenar de cargos fueron presentados por un tribunal federal de Nueva York contra Jamal Ahmed Badaoaoui y Fahd Mohamed Al-Qasaa, precisó el fiscal general estadounidense John Ashcroft. Acusados principalmente de “muerte de ciudadanos estadounidenses” y de “muerte de personal militar estadounidense”, podrían ser condenados a pena capital. Ambos hombres se fugaron el pasado 11 de abril de una cárcel yemenita, junto a otros ocho sospechosos de haber participado en el atentado.
“La jornada de hoy marca otra importante etapa en la guerra contra el terror emprendida por nuestra nación”, afirmó Ashcroft, que se había reunido antes con familiares de las víctimas del ataque. El atentado suicida cometido contra el destructor estadounidense en Aden provocó la muerte de 17 marinos y 39 heridos y fue reivindicado por Bin Laden. Ashcroft dijo que los dos acusados fueron entrenados en los años ‘90 en campamentos en suelo afgano dirigidos por el líder de Al-Qaida. Ambos acusados habían planeado atentados contra navíos estadounidenses en Aden desde mediados de 1999.
A todo esto, la suspensión de los vuelos británicos a Kenia se adoptó luego de que las fuerzas de seguridad de ese país fueron colocadas en estado de alerta máxima por esas informaciones. El ministro de Seguridad de Kenia, Chris Murungaru, dijo que medidas de prevención fueron tomadas en las sedes diplomáticas británica y estadounidense en Nairobi.