EL MUNDO
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Manifiesto desde América Latina
Por Aníbal Ford, Nicolás Casullo, y otros *
Diversos acontecimientos posteriores a las atroces acciones terroristas del 11 de septiembre y, de manera especial, el clima mundial que se vive a raíz de la guerra intervencionista en Irak, han puesto en evidencia procesos estructurales amenazantes. Vemos con preocupación que avanza en el mundo una política autoritaria que no acepta la crítica ni la disidencia y que se abroga el derecho de construir y decretar la inviabilidad de naciones y grupos de personas apelando a la seguridad y haciendo caso omiso de las instancias supranacionales y multilaterales. A su vez, profesores, periodistas y defensores de los derechos humanos en los Estados Unidos de América han visto amenazado su derecho a la disidencia en un clima persecutorio contra todas aquellas expresiones consideradas “antiamericanas”. En América Latina se acrecienta la persecución contra los movimientos sociales y se constata el desmantelamiento de las instituciones y espacios para el ejercicio del pensamiento crítico.
Dejar pasar la intolerancia, admitir que aun en ámbitos supuestamente democráticos más y más personas sean molestadas por sus opiniones y permanecer silenciosos frente al crecimiento de un “pensamiento único” que no admite crítica ni contestación aumenta el riesgo de un retroceso histórico que vuelva a esclavizar al pensamiento y ate a los intelectuales al poder. En América Latina hemos experimentado en carne propia las consecuencias de poderes dictatoriales y soberbios, cuya consigna ha sido desmantelar cualquier vestigio de crítica interna y la fabricación de enemigos “domésticos” para justificar sus excesos y su carencia de legitimidad, y no queremos que se repitan.
Frente a esta realidad, juntos, mujeres y hombres, intelectuales, periodistas y trabajadores de la cultura de América Latina condenamos un avance militar que no ha respetado ni vidas ni patrimonios culturales, y conformamos hoy un colectivo que manifiesta:
a) Nuestro compromiso con la sociedad para permanecer atentos y hacer visibles los actos represivos contra aquellos que en el ejercicio de su derecho al pensamiento libre sean amenazados y perseguidos. En particular, unir esfuerzos para que nadie sea perseguido por haberse opuesto o haber denunciado esta guerra escandalosa.
b) Nuestra decisión de continuar con el ejercicio cotidiano del pensamiento crítico en las aulas, en las publicaciones, en los foros en que participamos y en los medios electrónicos, proveyendo insumos reflexivos para el ejercicio de una ciudadanía comprometida.
c) Nuestra iniciativa de convocar a las instituciones académicas del continente para revisar y replantear las agendas de investigación en vistas de las nuevas urgencias. Convocar también a la comunidad académica para que asumamos decididamente la tarea de promoción y defensa del pensamiento libre y responsable y del patrimonio tangible e intangible de nuestras sociedades y del mundo.
* También firman: Hugo Achugar (Uruguay); Rosa María Alfaro (Perú); Jorge Alonso (México); Silvia Alvarez Curbelo (Puerto Rico); Mirta Antonelli (Argentina); Benjamín Arditi (Paraguay); Claudia Briones (Argentina); Eliseo Colón Zayas (Puerto Rico); Evelina Dagnino (Brasil); Silvia Delfino (Argentina); Ticio Escobar (Paraguay); Néstor García Canclini (México); Marcial Godoy Anativia (Chile); Mercedes González de la Rocha (México); Alejandro Grimson (Argentina); Martín Hopenhayn (Chile); Elizabeth Jelin (Argentina); Norbert Lechner (Chile); Jesús Martín Barbero (Colombia); Marita Mata (Argentina); Daniel Mato (Venezuela); Nora Mazzioti (Argentina); Carlos Monsiváis (México); Guillermo Orozco Gómez (México); Renato Ortiz (Brasil); Carlos Ossa (Chile); Antonio Pasquali (Venezuela); Rossana Reguillo (México); Germán Rey (Colombia); Nelly Richard (Chile); MunizSodre (Brasil); Raúl Trejo Delarbre (México); José Manuel Valenzuela (México) y George Yudice (EE.UU.).