EL MUNDO
› SAEB EREKAT, PRINCIPAL NEGOCIADOR DE PAZ, PRESENTO SU DIMISION
Hoja de ruta para una crisis palestina
Por Julio de la Guardia *
Desde Jerusalén
Saeb Erekat, recién investido ministro para Negociaciones del nuevo gabinete palestino, presentó ayer su dimisión tras verse excluido de la delegación que hoy se reunirá con la cúpula del gobierno israelí. Aunque no de forma irrevocable, Erekat renunció a su cargo para protestar contra el papel secundario que le ha asignado el primer ministro, Mahmud Abbas. Las probabilidades de éxito de esta esperada reunión en la cumbre parecen haber mermado después de la ola de violencia que desembocó en la ocupación militar del norte de la Franja de Gaza.
Aunque Erekat no quiso ni confirmar ni desmentir oficialmente la dimisión, lo cierto es que presentó una carta de renuncia que de momento no ha sido aceptada por Mahmud Abbas, indicaron fuentes del entorno del primer ministro. Aparentemente, el hasta ahora titular del equipo de negociaciones con Israel quiso protestar tras ver su nombre excluido de la troika que se entrevistará con Ariel Sharon. La troika, además de por el propio Abu Mazen, estará formada por el portavoz del Consejo Legislativo (Parlamento interino de la AP), Abu Alá, y por el viceministro del Interior, Mohamed Dahlán.
La decisión de Erekat, que es revocable –tal como confirmó el nuevo ministro de Información, Nabil Amro–, hizo manifiestas las divisiones internas que existen dentro de gabinete palestino, polarizado entre los reformistas que apoyan a Mahmud Abbas y los continuistas, que permanecen fieles a Yasser Arafat. El presidente palestino, rechazado por Israel y los EE.UU., pero con un apoyo popular muy superior al del primer ministro, se resiste a perder el control sobre las negociaciones, para lo que parece haberse aliado con Erekat, uno de sus colaboradores más leales.
Por su parte, Ariel Sharon mantuvo una reunión interna con los suyos para aunar posiciones frente al crucial encuentro de hoy. Poco antes de que diera comienzo el shabbat, Sharon convocó a sus ministros de Defensa, Saul Mofaz; de Justicia, Tommy Lapid, y de Industria, Ehud Olmert, dando una sensación de unidad muy superior a la ofrecida por el Ejecutivo palestino. No obstante, ésta podría terminar en el momento en que Sharon aceptara oficialmente la Hoja de Ruta, lo que sin duda provocaría la rebelión de los dos partidos de extrema derecha que forman parte de la coalición gubernamental.
Por esta razón, el titular de Exteriores, Silvan Shalom, aprovechó ayer su visita a Gran Bretaña para advertir que su país no aceptará el plan de paz elaborado por el cuarteto, salvo que se acepten 14 enmiendas al texto consensuado por sus miembros (EE.UU., la Unión Europea, Rusia y la ONU). Estas discrepancias sobre el documento original saldrán también a relucir en el encuentro de esta tarde, e igualmente en la inminente visita a Washington de Sharon, que pretende enmendarlo antes de comenzar a aplicarlo.
Las expectativas para la reunión de hoy –en que la delegación israelí resaltará los aspectos de seguridad y la palestina insistirá en el cumplimiento de los compromisos adquiridos por sus interlocutores en el ámbito diplomático y humanitario– se ven mermadas por las hostilidades que continúan en el norte de Gaza. A pesar de haber reocupado completamente las localidades de Beit Lejia y Beit Janun, las milicias palestinas se las arreglaron para lanzar otro proyectil modelo Qassam desde el adyacente campo de Yabalia, que aterrizó en el tejado de una fábrica de la ciudad de Sderot, causando daños materiales. Nuevos lanzamientos de este tipo podrían llevar al ejército a reocupar este campo de refugiados, el más poblado de la Franja.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.