El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto (foto), propuso lanzar una iniciativa destinada a ampliar las relaciones económicas y comerciales entre su país y Brasil, tras encontrarse con empresarios brasileños en la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp). “Este encuentro tiene como propósito reforzar nuestro interés en una mayor integración comercial entre México y Brasil, las dos economías más importantes de América latina”, dijo el político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien está de gira por la región y que visitará la Argentina mañana.

Peña Nieto puso de manifiesto también ayer en Brasil su pretensión de “ajustar” la estrategia de combate al narcotráfico, que dejó más de 50.000 muertos en su país desde 2006, cuando se inició la ofensiva militar del gobierno de Felipe Calderón contra los carteles de la droga. Ante el público empresario, el dirigente priísta, quien tomará posesión el 1º de diciembre próximo, alertó que el Estado no debe negociar con el crimen, sino hacer prevalecer la ley. “El Estado tiene por obligación combatir el crimen organizado. No le corresponde implementar modelos de negociación ni acuerdo, sino hacer prevalecer la ley y combatir con toda la fuerza el crimen organizado.” Tras su triunfo en los comicios presidenciales mexicanos de julio pasado, Peña Nieto anunció que su gobierno llevará adelante un “combate eficaz” frente a los capos del narcotráfico y que espera una pronta reducción de la violencia.

“Es difícil hablar de tiempos. Pero sin duda tengo muy claro que la sociedad espera resultados inmediatos, de corto plazo y, evidentemente, la estrategia que sigamos deberá mostrar en resultados casi inmediatos una baja en los índices de criminalidad”, expresó Peña Nieto, quien aseguró asimismo que no habrá “tregua ni pacto” con los delincuentes.

Pero los negocios son los negocios y el mensaje de reforzar el comercio México-Brasil caló más. El presidente de la Fiesp, Paulo Skaf, elogió la propuesta de Peña Nieto y expresó su esperanza en que su proyecto resulte en la firma de más acuerdos bilaterales que contribuyan a impulsar el comercio entre ambos países, cuyo volumen actual consideró “muy modesto”. “México tiene una corriente de comercio de 700.000 millones de dólares, mientras que la de Brasil es de 500.000 millones de dólares. Pero nuestro intercambio con México suma sólo 9000 millones de dólares. Tenemos que buscar incrementar nuestro comercio en 30.000 millones, y ambos países tienen esa posibilidad”, apuntó Skaf. El encuentro con dirigentes de la poderosa Fiesp fue la primera cita del programa de la visita oficial de dos días a Brasil iniciada ayer por el dirigente del PRI, quien insistió en que desea estrechar las relaciones entre los dos gigantes latinoamericanos que, a su juicio, “tienen una gran historia a escribir juntos”. “Desperdiciar el potencial de nuestra relación bilateral implica un costo muy alto, que no quiero pagar”, afirmó en un artículo publicado ayer en el diario Folha de São Paulo. Hoy se entrevistará con la mandataria Dilma Rousseff.