La policía de Paraguay anunció ayer la detención del dirigente campesino Rubén Villalba, buscado desde el desalojo de un predio en Curuguaty. En el enfrentamiento, ocurrido en junio en un terreno ubicado a 250 kilómetros al nordeste de Asunción, murieron once campesinos y seis policías.

Villalba es señalado como uno de los posibles instigadores por la fiscalía a cargo de la investigación y está acusado de encabezar la ocupación de tierras pertenecientes a un latifundio, supuestamente apropiadas en forma irregular. “Es una captura muy valiosa. La ciudadanía exige, con razón, resultados concretos. Y esto es lo que se está dando ahora con esta detención”, señaló el ministro del Interior, Carmelo Caballero. El funcionario detalló que el procedimiento fue acompañado por el fiscal de la causa, Jalil Rachid. El fiscal dijo que cuenta entre las evidencias con una foto en la que Villalba apunta directamente a la cabeza del jefe policial que dirigía un operativo de desalojo, antes de disparar.

El comisario y subjefe de Investigaciones, Gilberto Fleitas, quien encabezó el operativo, aseguró que el integrante de la Liga Nacional de Carperos –ocupantes de propiedades que se instalan en carpas– no tiene un solo rasguño. “Lo estamos trasladando a Asunción para resguardar su integridad física. Lógicamente, Villalba tiene enemigos en la policía y enemigos entre los propios campesinos. Lo culpan a él de todo lo que pasó”, relató Fleitas. Por su parte, el comisario Tomás Paredes, que participó de la operación de arresto de Villalba, afirmó que su localización fue muy difícil durante estos meses por la ayuda que le prestaban muchos pobladores humildes de la zona. El detenido, según el oficial, presenta todavía el rastro de una herida de bala en el costado izquierdo, al parecer producto de un disparo recibido durante el enfrentamiento. Durante todo este tiempo, señaló, pasaba el día en distintos asentamientos campesinos que lo recibían y por la noche iba a dormir a zonas intrincadas del área, donde se lo localizó. De acuerdo con lo informado por el oficial, Villalba dijo que sólo declararía en presencia del fiscal que atiende la causa judicial abierta por los hechos. El presidente del país, Federico Franco, que se encuentra en Nueva York en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), felicitó a la policía por el trabajo realizado y pidió que la Justicia siguiera con el caso.