EL MUNDO › EXHUMARON LOS RESTOS DEL LíDER PALESTINO PARA DETERMINAR SI FUE ENVENENADO
Expertos de varios países comenzaron a examinar los huesos de Yasser Arafat. Si se determina que fue asesinado con polonio, los dirigentes palestinos podrían llegar hasta la Corte Penal Internacional. Pero antes, el reclamo palestino ante la Asamblea de la ONU.
Expertos de varios países comenzaron ayer a analizar los restos óseos de Yasser Arafat, el ex presidente palestino que luchó toda su vida para dar a su pueblo un territorio y un Estado, con el objetivo de determinar si fue asesinado por envenenamiento. Las muestras de los restos fueron tomadas por expertos franceses, suizos y rusos que viajaron a Ramalá y trabajaron en la tumba del líder amparados por grandes plásticos azules que rodeaban al mausoleo para evitar las miradas de los curiosos. Si se determina que fue envenenado, los dirigentes palestinos llegarían hasta la Corte Penal Internacional (CPI).
“Si tenemos la prueba de que Yasser Arafat fue envenenado iremos a la Justicia internacional”, declaró el jefe de la comisión investigadora palestina, Taufiq Tiraui, durante una conferencia de prensa. Tiraui hizo esta declaración poco después de la apertura de la tumba de Arafat en Ramalá durante algunas horas para tomar muestras, que fueron entregadas a expertos internacionales para ser analizadas y ver si contienen polonio, una sustancia radiactiva sumamente tóxica.
Esta exhumación se produce dos días antes de una votación en la Asamblea General de la ONU sobre una demanda palestina para convertirse en Estado observador no miembro (ver aparte). Este estatuto, que debería ser aprobado por la Asamblea General, permitirá a Palestina pedir su adhesión a la Corte Penal Internacional, a la que podrá recurrir. “Será el primer caso en que los palestinos recurrirán a la CPI después de haber obtenido el estatuto de Estado observador en la ONU”, destacó Tiraui en una conferencia de prensa después de la exhumación.
Por su parte, Suha, la viuda de Arafat, reiteró ayer en un comunicado difundido por sus abogados su convencimiento de que la exhumación permitirá conocer la verdad. “Quiero recordar que la denuncia que interpuse en julio de 2012 ante la jurisdicción de Nanterre no va contra el Estado ni contra un individuo y tiene por único objetivo la manifestación de la verdad”, explicó. “Necesitamos saber la razón por la que murió. Les debo esa respuesta a todos los palestinos, a la nueva generación, a mi hija”, afirmó Suha en una entrevista publicada ayer por The Times of Malta. “Tenemos que cerrar este capítulo sobre el misterio más importante de Medio Oriente.”
Según la comisión de investigación palestina, los resultados no serán conocidos antes de tres meses. Ayer se organizó una ceremonia militar delante del mausoleo en el recinto de la Muqata, sede de la presidencia de la Autoridad Palestina en Ramalá, Cisjordania.
“Las muestras fueron tomadas sin sacar los restos de la tumba y fueron entregadas a los expertos franceses, suizos y rusos”, declaró Tiraui, que destacó varias veces que “ningún extranjero tocó los restos”. Los expertos internacionales deben tratar de determinar si el dirigente palestino fue envenenado con polonio, hipótesis que volvió a cobrar valor después de la difusión en julio pasado de un documental de la cadena catarí Al Jazeera, revelando restos de esta sustancia en los efectos personales de Arafat.
El líder palestino murió a los 75 años, el 11 de noviembre de 2004, en un hospital militar cerca de París, donde fue trasladado con acuerdo de Israel, que desde hacía más de dos años lo asediaba al interior de la Muqata, la sede del gobierno de la Autoridad Palestina.
Numerosos palestinos acusan a Israel de haberlo envenenado, versión que el Estado hebreo siempre ha negado. “Estamos convencidos de que los israelíes asesinaron al presidente Arafat”, afirmó recientemente Tiraui, presidente de la comisión de investigación palestina sobre la muerte del líder. “Arafat falleció en un hospital francés, todos los elementos se encuentran en su expediente médico. No hay más que consultarlo”, replicó el domingo el portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Yigal Palmor.
El expediente médico que fue publicado por la Fundación Yasser Arafat en su portal de Internet no da sin embargo información decisiva. La exhumación también provocó tensiones familiares y la oposición del sobrino de Arafat, Naser Al Qidwa. Convencido de que su tío murió envenenado por Israel, Al Qidwa duda de la “lógica” de la exhumación y critica una “profanación”. “No saldrá nada bueno de todo esto, no hará ningún bien a los palestinos”, declaró recientemente.
Según los expertos, los análisis llevarán varias semanas. Pero aunque se encuentren rastros de polonio –una sustancia radiactiva altamente tóxica– no será fácil probar que fue administrada por una persona, según un responsable del Instituto francés de protección radiológica y de seguridad nuclear. Roland Masse, miembro de la Academia de Medicina francesa, señaló al diario Times of Israel que se le hicieron pruebas a Arafat y que “una dosis letal de polonio no puede pasar desapercibida”.
“Cuando alguien entra en contacto con altos niveles de polonio, el cuerpo sufre una fuerte radiación que se traduce en una anemia y una enorme reducción de los glóbulos blancos. Arafat no presentaba ninguno de estos síntomas. Lo que le bajaron fueron las plaquetas (trombocitos), no los glóbulos blancos”, comentó.
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