El Parlamento alemán aprobó ayer con una amplia mayoría las nuevas medidas de ayuda a Grecia. El apoyo de Alemania da vía libre al pago de un nuevo tramo de ayuda por 43.700 millones de euros al país heleno.

El paquete de medidas salió adelante con 473 votos a favor, 100 negativos y once abstenciones. Sólo doce miembros de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller, Angela Merkel, rechazaron las medidas. Así, con una amplia mayoría, y el apoyo del gobierno y la oposición, fueron aprobadas las nuevas medidas de ayuda a Grecia acordadas el martes por los ministros de Finanzas de la Eurozona para evitar la bancarrota helena. Es la primera vez que la ayuda a Grecia tiene un impacto directo en las cuentas de la mayor economía europea. El apoyo de Alemania, mayor contribuyente a los fondos de rescate europeos, no sólo habilita el pago de un nuevo tramo de ayuda sino que también da luz verde a otras medidas como el retraso en vencimientos y un programa de recompra de deuda. El paquete implica, además, que a partir de 2013 los países del euro transferirán a una cuenta especial en Atenas los beneficios que ingresen los bancos centrales por el programa de compra de deuda pública del Banco Central Europeo (BCE). Para Alemania, las medidas aprobadas recargan en unos 730 millones de euros el presupuesto de 2013.

“Una bancarrota griega tendría efectos desastrosos y desataría un proceso que terminaría con la ruptura de la Eurozona”, alertó el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ante el pleno al defender las medidas y pedir el voto a favor. “Nadie se beneficia tanto de Europa como nosotros, los alemanes. Política y económicamente”, añadió. El ministro cristianodemócrata aseguró que ya se ven los primeros éxitos en Grecia y pidió paciencia. “Aún queda un largo camino por recorrer”, agregó. Por su parte, los socialdemócratas del SPD, principal fuerza de la oposición, celebraron el discurso europeísta de Schäuble, pero le recordaron que hasta hace poco quienes pedían la salida de Grecia del euro eran políticos de la coalición de Angela Merkel. “Es bueno que hayan cambiado de postura, pero nos habría gustado escuchar palabras tan claras de su parte en el verano (boreal)”, dijo al pleno el jefe del grupo parlamentario del SPD, Frank-Walter Steinmeier.

El único grupo que votó en bloque en contra de las nuevas ayudas fue la formación de La Izquierda, partido resultante de la fusión entre el poscomunista Partido del Socialismo Democrático (PDS) y grupos disidentes de origen socialdemócrata. La Izquierda anunció, incluso, que pedirá al Tribunal Constitucional (TC) que examine si las nuevas ayudas son compatibles con la Constitución alemana.

La división de la opinión, incluso dentro de partidos que apoyaron el paquete, refleja la creciente impopularidad de las ayudas a Grecia entre la población alemana. Una consulta no representativa de la cadena de noticias NTV realizada durante la votación indicó que un 96 por ciento rechaza dar más dinero a Atenas. Además de Alemania, parlamentos de otros países del euro como Holanda o Estonia deben ratificar el plan antes del 13 de diciembre, cuando el Eurogrupo pretende pagar a Atenas una primera parte de las ayudas.

Merkel no ha tenido el menor reparo en rectificar una y otra vez sus políticas vinculadas al país heleno. Desde 2010, su gobierno descartó ayudas a Grecia que luego aprobó, prometió limitarlas al máximo y fustigó herramientas como la compra de deuda pública por parte del BCE que luego avaló. Sin embargo, esto no afectó la imagen del gobierno. Un sondeo publicado este mes da a la CDU una intención de voto del 40 por ciento, el nivel más alto desde 2007. La encuesta también muestra que Merkel es la líder mejor valorada, con una aprobación del 68 por ciento, seguida por la otra cara de la gestión de la crisis, Schäuble, con un 65 por ciento.