EL MUNDO › EL DIRIGENTE CAMPESINO VIDAL VEGA FUE MUERTO A QUEMARROPA EN PARAGUAY
Vidal Vega fue asesinado en la madrugada del sábado por dos sicarios enmascarados que lo balearon frente a su familia. Era testigo en el caso conocido como la masacre de Curuguaty, por el que Fernando Lugo fue destituido.
Los campesinos de la Liga Nacional de Carperos de Paraguay se sumaron al reclamo de otras organizaciones sociales y pidieron ayer a las autoridades una investigación exhaustiva del asesinato del dirigente campesino Vidal Vega. Según la Plataforma de Estudios e Investigación del Conflicto Campesino (Peicc), Vega era un testigo fundamental en el caso conocido como la masacre de Curuguaty.
Vidal Vega fue asesinado en la madrugada del sábado en su domicilio por dos sicarios enmascarados que lo balearon frente a su familia. Recibió tres disparos de escopeta, uno en la cabeza, otro en el abdomen y el tercero en una de las extremidades. Los sicarios llegaron a su casa, preguntaron por él a su esposa y cuando el dirigente salió para conversar recibió los disparos que le produjeron la muerte, detalló el reporte policial. Vega fue asesinado cerca del lugar donde el 15 de junio pasado se produjo un enfrentamiento entre la policía y campesinos que dejó un saldo de once labriegos y cinco policías muertos. La tragedia desembocó en un juicio político contra el ex presidente Fernando Lugo, que fue destituido el 22 de junio por el Congreso, acusado de mal desempeño de sus funciones.
“El compañero Vidal Vega (de 46 años) fue brutalmente asesinado el sábado y queremos saber qué hay detrás. Vega fue un dirigente importante que presidía una comisión que peleaba por unas tierras cerca de Curuguaty”, dijo José Rodríguez, líder de la Liga de Carperos. Rodríguez expresó que la dirigencia campesina pretende obtener información precisa del crimen antes de descartar cualquier conjetura. Además resaltó que este hecho debe extremar una investigación más a fondo de la masacre de Curuguaty de junio pasado. “Todo se encamina a terminar en la nada. Hay doce detenidos y algunos prófugos, pero hasta ahora no hay indicios concretos de quién comenzó la matanza (del 15 de junio). Parece que no hay un interés real en llegar al fondo”, explicó. Rodríguez advirtió que sobre el episodio de Vega pueden decir que es un crimen de tinte pasional o un ajuste de cuentas para desviar la atención. “Por eso es que exigimos una investigación clara y transparente para saber lo que ocurrió”, afirmó.
Como informó el portal de noticias Paraguay Resiste, Domingo Laíno –presidente del Peicc, plataforma que dio a conocer un estudio paralelo cuestionador sobre qué sucedió el 15 de junio– explicó que Vega era un colaborador importante de la Plataforma. “Vidal Vega era un testigo clave”, expresó. El sitio también detalló que el dirigente campesino había asumido la titularidad de la Comisión sin Tierra de Marina Cué que, recientemente había tenido una renovación, dado que la mayoría de los integrantes habían muerto o estaban imputados por la fiscalía. Esta comisión acompañó desde junio a los familiares y víctimas de la masacre. En sintonía, desde la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina Paraguay también denunciaron el hecho. “Vidal Vega era un conocido líder en la lucha por la tierra que estaba gestionando la recuperación de 500 hectáreas de un excedente fiscal, en manos de un empresario”, expresaron mediante un comunicado de prensa. A la vez, señalaron que, según la Plataforma de Estudios e Investigación del Conflicto Campesino, era un testigo fundamental en el caso de la masacre de Curuguaty que estaba acompañando a las organizaciones sociales que bregan por el esclarecimiento de ese hecho. “Pedimos estar atentos a este caso, en el que la policía ha anunciado la captura de un supuesto implicado, según testimonio de vecinos. Esta persona bien puede ser un chivo expiatorio para cubrir a los verdaderos responsables que están detrás del atentado criminal”, manifestaron.
Por su parte, la Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Conamuri) afirmó en su comunicado que el asesinato de Vega “es un caso más de criminalización de la lucha social”.
El fiscal José Zarza, quien inició las pesquisas del caso, anunció ayer la detención de uno de los dos sospechosos, Pánfilo Franco Toledo, de 35 años, con antecedentes por un homicidio perpetrado en 1999. “Todo apunta a un ajuste de cuentas. Desconocemos todavía el motivo. El detenido se abstuvo de declarar hasta el momento”, declaró el fiscal a los periodistas. Zarza descartó el robo como móvil del crimen y consideró que “son conjeturas” las versiones que sostienen que Vega fue asesinado por colaborar con una investigación paralela de la masacre de junio.
Los pobladores de la comunidad curuguateña de Yby Pyta expresaron ayer su “rechazo profundo” a la versión del fiscal Zarza y exigieron el esclarecimiento del hecho. Mediante un comunicado indicaron que creen que el asesinato de Vidal Vega es la continuación de la masacre de Curuguaty y señalaron al campesino muerto como responsable de las gestiones para la recuperación de las tierras de Marina Cué, que están en disputa entre el Estado y privados y que fueron el centro de la masacre de junio.
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