En sólo dos meses el sentimiento de la mayoría de venezolanos que votó por Hugo Chávez pasó del festejo al desasosiego. De la victoria del 7 de octubre con un entusiasta presidente en el balcón de Miraflores, a su recaída y operación de urgencia en La Habana el día 11 de diciembre, cuando por primera vez habló de un sucesor en caso de que él no pueda asumir el 10 de enero y se llame a nuevas elecciones, como estipula la Constitución. La operación tuvo lugar en el tramo final de una campaña para unos comicios regionales que pasaron a significar mucho más que una elección de gobernadores. El oficialismo llegó a esta jornada electoral como favorito y se juega ganar en algunos estados en poder de la oposición con un voto emotivo a favor de Chávez. La oposición en general y Henrique Capriles en particular querrán evitar un retroceso en estados clave. Si Capriles pierde la reelección en Miranda, después de su derrota en octubre como candidato presidencial de la oposición, su liderazgo podría entrar en una fase comprometida.

Era casi la medianoche del día 11, horas después de que operaran a Chávez, cuando su designado sucesor Nicolás Maduro dijo en el final de su alocución por cadena nacional que los venezolanos salgan a votar a los comicios que se celebran hoy. “El domingo 16 convocamos a todos a elegir gobernadores y gobernadoras para que la vida de la República siga adelante. Esta patria de Chávez que se puso de pie y que se está construyendo en los designios de una Constitución pensada y convocada por él y ahora en los designios de un programa de la patria que es un dictamen que el pueblo aprobó el 7 de octubre”, dijo el vicepresidente. En otra transmisión por cadena nacional, aparecieron todos los candidatos del oficialismo dando muestra de unidad, una unidad que les había pedido Chávez antes de marcharse a la isla.

La votación es fundamental. Por un lado, el gobierno luchará por conquistar los 23 estados a fin de consolidar el proceso revolucionario en momentos en que su líder está luchando por su vida; por el otro, la oposición se juega su futuro como alternativa de poder para un eventual escenario de nuevas elecciones presidenciales. La Constitución venezolana establece que deberán llamarse a elecciones en caso de que presidente no pueda asumir o ejercer el cargo los primeros cuatro años de un mandato de seis. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) enfiló sus baterías para ganar las gobernaciones de los estados Amazonas, Carabobo, Lara, Miranda, Nueva Esparta, Táchira y Zulia, ahora en poder de la oposición. Capriles, quien lideró la Mesa de la Unidad Democrática en octubre, compite con Elías Jaua, ex vicepresidente y un leal a Chávez. Ante el temor de los opositores de que el electorado se entusiasme y vaya a votar por el oficialismo para respaldar al líder enfermo, Capriles llegó a decir que el gobierno utiliza el asunto de la salud en la campaña. “Lo que le está pasando al presidente, ¿qué tiene que ver con la elección?”, dijo el candidato, cuando es innegable pensar que lo que le suceda al mandatario tendrá un impacto en el escenario político.

El director de la consultora Datanálisis, Luis Vicente León, señaló a Página/12 cómo proyecta que incidirá la enfermedad del líder bolivariano en estas elecciones. “En la mayoría de los estados no va a cambiar la tendencia, porque la distancia es grande. El oficialismo conservará los que tiene, que son 16 y le puede arrebatar alguno a la oposición. Sí puede haber sorpresas en las gobernaciones con la pelea más cerrada, como por ejemplo Monagas, Lara y Táchira”, dijo León, cuya encuestadora fue la que más acertó en los comicios presidenciales, es respetada y se identifica con la oposición.

La oposición sumó Táchira, Miranda y Carabobo en las regionales de 2008. Táchira es interesante por ser limítrofe con Colombia y los otros dos estados son fuertes en industria y demográficamente importantes.

El gobierno peleará por Monagas, un estado de tradición chavista, y es favorito en el estado de Carabobo. Su actual gobernador opositor, Henrique Salas Feo, al hacer campaña también habló de la enfermedad del presidente. Salas Feo exigió que los informes sobre la salud de Chávez los den los médicos tratantes y no, como hasta ahora, los funcionarios del gobierno.

Vicente León señaló que en principio Capriles es favorito en Miranda, igual que el también opositor Pablo Pérez en Zulia. “Pero en todas las batallas hay peligro, nada es seguro. Si Capriles no gana, queda afuera. Por eso es vital que gane, para que se fortalezca como líder de la oposición, con proyección a un escenario de nuevas elecciones presidenciales.”

El consultor mencionó que la participación es la variable que puede verse modificada por la enfermedad de Chávez, cuando por lo general en los comicios regionales se registra una alta abstención. “La enfermedad puede motivar a las personas a salir a votar, con una mayor participación del votante de Chávez, que suele mermar en este tipo de comicios.” Algunos venezolanos saldrán a sufragar, otros se sentirán desmotivados o apenados, pero seguro que todos viven una sensación de incertidumbre.

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