El presidente estadounidense, Barack Obama, nombrará esta semana a su jefe de gabinete, Jacob Lew, como próximo secretario del Tesoro. De este modo completará los puestos principales del gabinete para su segundo mandato, informó ayer la prensa local. Si Lew es finalmente confirmado por el Senado ocupará un puesto clave en el nuevo gobierno y deberá lidiar con las inminentes negociaciones con la oposición republicana por el gasto público, la reforma fiscal y la imperiosa necesidad de aumentar el techo de endeudamiento.

Al contrario que su antecesor, Timothy Geithner, quien poseía un amplio conocimiento del mundo financiero de Wall Street por su pasado como director de la Reserva Federal de Nueva York, Lew es visto como un especialista en los mecanismos presupuestarios, además de ser un hombre muy cercano al presidente. Desde hace algunos meses, Lew era mencionado como el candidato mejor situado, después de que Geithner comunicara a la Casa Blanca que no tenía intención de continuar en esa función. Varios medios estadounidenses, entre ellos CNN, el diario The Wall Street Journal y la agencia de noticias económicas Bloomberg, dieron por hecha su nominación esta misma semana.

Lew previsiblemente tomará las riendas del Tesoro en pleno debate entre demócratas y republicanos para aumentar el techo de deuda estadounidense, que ya fue superado, lo que obligó al Tesoro a tomar medidas contables de emergencia para evitar la suspensión de pagos. Con el nivel de deuda pública por encima de los 16 billones de dólares, el Tesoro cree que aún dispone de dos meses para encontrar un modo de seguir pagando a sus acreedores.

El aumento del techo de endeudamiento debe contar, según el procedimiento normal, con la aprobación de la Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana, que exige como contrapartida compromisos para el recorte de gasto. Lew fue asesor presidencial durante el mandato del demócrata Bill Clinton (1992-2000), que lo nombró director de la Oficina de Gestión de Presupuesto, un departamento del Ejecutivo dedicado a la gestión y ejecución presupuestaria. Ya en ese entonces mantenía negociaciones sobre presupuesto con los republicanos. A diferencia de lo que ocurre actualmente, Lew pudo administrar un presupuesto con superávit gracias a la floreciente economía de aquel momento.

En una faceta más académica, Lew fue director ejecutivo de la Universidad de Nueva York, además de trabajar como director gerente en Citigroup y pasar por el Departamento de Estado, antes de convertirse en jefe de gabinete de Obama a comienzos de 2012. El funcionario, oriundo de Nueva York, estudió en Harvard y en la Universidad de Georgetown y lleva 30 años trabajando como asesor político en Washington, por lo que es considerado un profundo conocedor de la escena política de ese distrito. Lew promueve desde hace años una reducción decidida del déficit en un país altamente endeudado como el norteamericano. Durante un tiempo también trabajó en el Citibank. Su padre, originario de Polonia, trabajaba como abogado y anticuario.

Su nominación se produce dos días después que el presidente norteamericano anunciara públicamente las del ex senador republicano Chuck Hagel para el Departamento de Defensa y del asesor de seguridad John Brennan para dirigir la CIA. Poco antes, el 21 de diciembre pasado, Obama había nominado como Secretario de Estado al ex candidato presidencial demócrata en 2004 y ahora senador, John Kerry, como reemplazo de Hillary Clinton. La aún jefa de la diplomacia estadounidense retomó esta semana sus funciones luego de estar un mes apartada por una contusión en la cabeza y una posterior internación por un coágulo en la cabeza que se formó como consecuencia del golpe. Clinton fue dada de alta la semana pasada. En sus primeras declaraciones públicas tras su regreso al frente del Departamento de Estado, la diplomática se mostró ayer entusiasmada por su vuelta al trabajo y dijo que cuando abandone el cargo, a fin de este mes, se tomará un respiro, por lo menos durante algún tiempo. Clinton permanecerá en su puesto algunas semanas antes de pasar el cargo a Kerry, quien también deberá someterse a la confirmación por parte del Senado.