El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, inició ayer dos días de reuniones con partidarios y opositores de la libre tenencia de armas de fuego. Mientras tanto delinea la respuesta del gobierno del presidente Barack Obama a la matanza del mes pasado en una escuela de Connecticut. Luego de un encuentro en la Casa Blanca en el que escuchó historias personales de representantes de asociaciones de víctimas de la violencia con armas y de organizaciones que abogan por restricciones a su posesión, Biden prometió que se tomarán medidas concretas.

Obama está decidido a actuar contra la violencia provocada por las armas de fuego, advirtió ayer el vice. En una de las primeras reuniones con víctimas, vendedores de armas y todo tipo de grupos relacionados con la tenencia de armas, Biden dijo: “Hay acciones que el Poder Ejecutivo puede emprender por vía de decretos, pero no hemos decidido todavía cuáles son, estamos estudiándolo”.

El funcionario insistió con su postura luego de la reunión, una de las varias que mantendrá para discutir el espinoso tema de la tenencia de armas. “Quiero dejar en claro que no vamos a quedar atrapados en la noción de que a menos que hagamos todo no vamos a hacer nada. Es críticamente importante que actuemos”.

Biden se entrevistará hoy con miembros de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), organización que rechaza cualquier limitación al derecho de portar armas, tutelado por la Segunda Enmienda de Constitución estadounidense.

También tiene planeados encuentros con grupos de cazadores y otros propietarios de armas y con productores de videojuegos, industria señalada por los amantes de las armas como supuestamente corresponsable de la cultura de violencia. El asunto volvió al centro del debate político en Estados Unidos con la matanza de 20 chicos y seis adultos cometida el 14 de diciembre en la escuela elemental de Newtown, Connecticut, por un joven de 20 años que disparó contra sus víctimas con un fusil de guerra.

El presidente puso a Biden al frente de un grupo de trabajo con el encargo de que elabore y presente, antes de fin de mes, propuestas contra la violencia con armas de fuego, tras la conmoción nacional causada por la matanza de Connecticut. Se espera que entre las iniciativas que proponga Biden figuren proyectos de ley.

En tándem con las acciones del gobierno, la ex legisladora demócrata estadounidense Gabrielle Giffords, que hace dos años recibió un disparo en la cabeza que la dejó gravemente herida durante un acto político, lanzó ayer una iniciativa para endurecer las normas de tenencia y uso de armas de fuego en su país. De la reunión de ayer con Biden participaron la organización Brady Campaign to End Gun Violence y grupos afines de los estados de Arizona y Wisconsin, que fueron escenario de hechos de violencia con armas que concitaron la atención nacional, como el ataque contra Giffords en Arizona, informó la cadena de noticias CNN.

Anteayer, un vocero de la NRA dijo que representantes de la asociación concurrirán hoy a la reunión con Biden en la Casa Blanca. La NRA ha mantenido una tirante relación con la Casa Blanca durante el mandato de Obama y sigue pregonando la tenencia de armas como la mejor defensa que pueden tener los ciudadanos. Aun después de la masacre en Newtown, la NRA se manifestó en contra de implantar nuevas regulaciones sobre la venta de armas y el tipo de armas autorizadas para los civiles. En cambio, la organización, considerada un gran lobby de la multimillonaria industria productora de armas, propuso como solución para evitar esos ataques que se desplegaran guardias armadas en las escuelas.