Corea del Norte llevó a cabo una prueba nuclear, de una potencia superior a las anteriores. En una nueva muestra de fuerza, amenazó además con cometer acciones aún más fuertes en caso de que la comunidad internacional decida adoptar nuevas sanciones económicas contra el país. “Un tercer ensayo nuclear fue realizado exitosamente”, informó ayer la agencia estatal de informaciones KCNA. De acuerdo con ese medio, el test nuclear de alto nivel, contrariamente a los usados en el pasado, tuvo más potencia e incluyó un dispositivo miniaturizado y más liviano.

El Ministerio de Defensa surcoreano estimó de entre 6 y 7 kilotones la potencia de la explosión, contra sólo un kilotón del ensayo de 2006 y entre dos y seis para el de 2009. La bomba atómica lanzada por Estados Unidos sobre Hiroshima era de 15 kilotones. A nivel técnico, los expertos tratan de descubrir si Corea del Norte utilizó parte de sus escasas reservas de plutonio o si utilizó uranio en una nueva opción de desarrollo hacia detonaciones atómicas.

Jon Yong Ryong, primer secretario de la misión de Pyongyang en Ginebra ante la Conferencia de desarme de Naciones Unidas, advirtió que Corea del Norte no se doblegará nunca ante las resoluciones totalmente irreflexivas contra su programa de armamento nuclear. La agencia oficial norcoreana KCNA confirmó el ensayo tres horas después de que detectores sismológicos registraran un temblor inusual, a las 23.57 hora argentina del lunes, en un área próxima al sitio de ensayos nucleares de Punggye-ri, cerca de la frontera con China.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró al ensayo profundamente desestabilizador y una violación clara y grave de las resoluciones del Consejo de Seguridad. “Si Estados Unidos complica la situación con su persistente hostilidad, no tendremos otra opción que llevar a cabo una segunda o una tercera acción”, adelantó el ministro norcoreano de Defensa sin precisar la naturaleza de estas acciones. Corea del Norte es una amenaza seria para Estados Unidos, que debe estar preparado para enfrentarla, advirtió a su vez el secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta.

El Consejo de Seguridad de la ONU expresó, por su parte, su firme condena a Corea del Norte y anunció que comenzará inmediatamente a trabajar sobre nuevas medidas contra Pyongyang. La explosión fue una clara amenaza a la paz internacional y la seguridad, señaló el ministro de Relaciones Exteriores surcoreano, Kim Sung-Hwan en la lectura de la declaración del Consejo, luego de una reunión a puertas cerradas.

“Corea del Norte enfrentará un aislamiento y presiones crecientes a causa de su ensayo nuclear”, arriesgó por su parte la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Susan Rice, finalizada la reunión del Consejo. El presidente Barack Obama prometió una firme defensa de Corea del Sur durante un diálogo telefónico con el presidente saliente, Lee Myung-Bak. “Ambos líderes condenaron esta altamente provocadora violación de las obligaciones internacionales de Corea del Norte. Estuvieron de acuerdo en trabajar juntos estrechamente, incluso en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, asegura un comunicado de la Casa Blanca. Rusia, por su lado, urgió a Pyongyang a detener lo que calificó como actividades ilegales.

Asimismo, Londres reclamó una respuesta fuerte del Consejo de Seguridad. En ese mismo sentido, París afirmó que apoyará una acción firme de esa instancia. Berlín también pidió nuevas sanciones contra Corea del Norte y la Unión Europea (UE) denunció un flagrante desafío.

Para China, único aliado de peso de Corea del Norte, el gesto norcoreano representa un verdadero desafío hacia Beijing, estimó un diplomático en la ONU que pidió mantenerse en el anonimato. Beijing había alzado el tono recientemente y pidió a su vecino comunista que no ejecutara sus amenazas.

Según el diplomático, China, Rusia y Estados Unidos “van a ponerse de acuerdo rápidamente sobre una acción firme” de respuesta.

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, opinó que el ensayo nuclear norcoreano es extremadamente lamentable. Canadá también condenó ayer, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, el nuevo ensayo nuclear norcoreano, en el que observa una actitud irresponsable, una señal de provocación y una grave amenaza para la estabilidad y la seguridad de la región.

Brasil urgió en el Consejo de Seguridad de la ONU a que la comunidad internacional siga haciendo progresos de forma equilibrada y coherente en torno de la no proliferación de armas nucleares, tras condenar el último ensayo lanzado por Corea del Norte. “No podemos permitirnos dejar esta agenda (sobre el desarme nuclear) incompleta”, afirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Antonio Patriota, en un debate en el Consejo de Seguridad sobre los conflictos armados y la protección de la población civil. México rechazó la prueba nuclear norcoreana. “El ensayo, realizado en violación de resoluciones del Consejo de Seguridad y de las provisiones del Tratado para la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), constituye un abierto desafío a los llamados de la comunidad internacional por fomentar el diálogo”, dijo la Cancillería mexicana a través de un comunicado.