Las fuerzas españolas también torturaron en Irak. A partir de un video grabado a comienzos de 2004, publicado ayer en la edición online del diario El País, se supo que un grupo de soldados españoles maltrató a prisioneros en la base de Diwaniya, en el país del golfo. La noticia explota en las manos del gobierno de Mariano Rajoy a días de cumplirse el décimo aniversario de la invasión norteamericana que derrocó el régimen de Saddam Hussein, con el pretexto de que su gobierno fabricaba armas de destrucción masiva.

Hasta el momento sólo se habían conocido abusos cometidos por soldados estadounidenses o británicos en Irak, por lo que la imagen de los militares españoles, hasta su retirada en mayo de 2004, tras la llegada al gobierno de los socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero, se había mantenido relativamente limpia. Sin embargo, en el video de 40 segundos difundido por el diario se observa a cinco soldados españoles entrando en una celda en la que un prisionero permanece tirado en el suelo.

Uno de los soldados le ordena a los gritos que se levante, pero el detenido parece no entenderlo. Entonces otro prisionero es arrojado sobre el primero y tres militares comienzan a darles patadas a ambos, a uno de ellos con especial saña, mientras las víctimas gimen de dolor. Un soldado apostado en la puerta comenta: “¡Jo! A éste se lo han cargado ya”.

Durante la invasión de Irak, a la que el gobierno liderado entonces por José María Aznar se sumó, con un fortísimo rechazo de la opinión pública española, se repartió una especie de guía de actuación para tratar a los detenidos. En el documento “Procedimiento de detención y actuación con el personal detenido” se ordena el empleo de la “violencia mínima imprescindible” y el respeto de los derechos del detenido. El problema es que, durante el procedimiento, no había control judicial alguno y se confiaba en el buen juicio del oficial a cargo.

El diario El País señaló que varias decenas de iraquíes pasaron por el Centro de Detención de Brigada de Base España, acusados de delitos contra la coalición ocupante, y denunció la falta de preparación de los efectivos para realizar tareas de guardia y custodia de detenidos. Muchos, incluso, se turnaban en las funciones. De este modo, un soldado que hubiera sido objeto de un ataque podía estar al día siguiente custodiando a su presunto agresor, señaló el medio. “La tentación de tomarte justicia por tu mano era grande”, reconoció un soldado citado por el periódico español.

Hasta ahora sólo se conoce una denuncia por malos tratos contra los soldados españoles desplegados en Irak, la de Flayeh al Mayali. Al salir de prisión, el traductor iraquí aseguró a la prensa española que durante su interrogatorio en Base España sufrió un trato inhumano y degradante. Sus denuncias nunca se investigaron.

Desde el Ministerio de Defensa español se aseguró que investigarán la veracidad del video. Fuentes de esa cartera señalaron que lo primero es determinar si las imágenes que publicó el diario El País son reales y, si lo fueran, adelantaron que, “por supuesto, se adoptarán las medidas oportunas”. Desde la oposición socialista, la ex ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, exigió que se depuraran responsabilidades, si se puede, en el caso de los cinco soldados españoles que aparecen golpeando a detenidos en Diwaniya. Jiménez dijo que se trata de un caso lamentable y muy trágico para la imagen de las fuerzas armadas españolas.