EL MUNDO
› UNA FRASE DE LULA DESATO LA POLEMICA EN BRASIL
El hombre encomendado a Deus
Por Juan Arias *
Desde Río de Janeiro
Quizás acosado por los grupos privilegiados que se oponen al proyecto de reforma constitucional de la Seguridad Social, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva hizo la tarde de anteayer, refiriéndose al tema de las reformas, una afirmación que ha levantado una gran polémica. Hablando, sin leer, en la sede de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), el presidente dijo que “sólo Dios puede impedir las reformas”. Ayer Lula aseguró que no mencionó la palabra “reformas”.
“Que quede claro que no habrá lluvia, ni heladas, ni terremoto, ni caras feas, ni Congreso nacional, ni Poder Judicial. Sólo Dios será capaz de impedir que este país ocupe el lugar que nunca debería haber dejado de ocupar”, fueron las palabras textuales del presidente. Lula añadió: “Vamos a demostrar al mundo que no es sólo cuestión de dinero. Es una cuestión de proyecto, de fuerza de voluntad y de carácter de los gobernantes”, y, haciendo una clara alusión crítica a su antecesor Fernando Henrique Cardoso, agregó que “hemos ya conseguido en seis meses, desde el punto de vista internacional, lo que otros que estudiaron toda la vida no consiguieron”.
Pero fue la frase de que “ni el Parlamento ni el Poder Judicial” podrán impedir las reformas lo que ha levantado enseguida la polémica y las preocupaciones ante el temor de que los enemigos de las reformas puedan ahora tachar a Lula de ribetes antidemocráticos. El presidente del Tribunal Supremo Federal, Mauricio Correa, enemigo de la reforma y que pide un tipo de jubilación especial para los miembros del Poder Judicial, aprovechó enseguida la frase infeliz de Lula para responder con ironía con estas palabras: “En cuanto a las previsiones divinas, yo esperaré a que se realicen. Pero, mientras tanto, existe una Constitución que debe ser respetada”. Por su parte, la historiadora Marly Silva da Motta, en unas declaraciones dadas ayer al diario O Globo, afirmó que considera las afirmaciones de Lula peligrosas ya que recuerdan, dijo, “el Brasil que creía en las fórmulas salvadoras y rápidas, mientras que las conquistas democráticas son lentas y envuelven las negociaciones”. Agregó, “negociaciones que, como ya Lula había afirmado, no van a ser tan fáciles como la gente se imagina”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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