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El gobierno colombiano ve posible un acuerdo definitivo de paz con las FARC. Después de que las partes cerraran el domingo en La Habana el primer punto de la agenda, referido al problema de la tierra, el presidente Juan Manuel Santos se mostró satisfecho con los avances obtenidos. Por el acuerdo de tierras, causa originaria del conflicto armado, el gobierno y las FARC compartieron la propuesta de poner en marcha lo que han llamado una reforma rural integral. El siguiente paso es iniciar, el próximo 11 de junio, la negociación del segundo punto, vinculado con la participación política de las FARC ante un eventual acuerdo definitivo de paz.

“Si logramos que los cinco puntos que están en ese acuerdo los podamos finiquitar exitosamente, eso sería cerrar con un broche de oro lo que se inició hace trece años”, dijo ayer Santos, en referencia al Plan Colombia, una estrategia militar conjunta con Estados Unidos cuyo objetivo fue luchar contra el narcotráfico y los grupos guerrilleros. Si las partes logran en La Habana un acuerdo sobre participación política abordarán a continuación el tema de los cultivos ilícitos y el de las víctimas del conflicto, para concluir con el quinto capítulo, referido a la implementación de los acuerdos.

Por otra parte, Santos nombró ayer al administrador de empresas y especialista en Economía Francisco Estupiñán como nuevo ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, en reemplazo de Juan Camilo Restrepo Salazar, quien renunció hace unas semanas. Estupiñán es actualmente presidente del Banco Agrario y lo fue del desaparecido Banco Granahorrar, así como gerente liquidador de la Caja Agraria. Al referirse a su nuevo ministro, Santos señaló que a Estupiñán se lo conoce no solamente en el sector agropecuario, sino en el sector financiero y en el país entero, porque es una persona que le ha dedicado una parte importante de su vida al servicio público. Como ministro de Agricultura, Restrepo defendió la Ley de Tierras aprobada por el Congreso en 2011 de las fuertes críticas que desde La Habana le hicieron los negociadores de las FARC.

Pese al optimismo con el que la mayor parte de la sociedad ha recibido el anuncio del domingo en Cuba, hay sectores escépticos porque consideran que o no se llegará a un acuerdo final o, si se consigue, será a un costo alto.

Uno de los más críticos es el ex presidente Alvaro Uribe, quien arremetió por medio de la red social Twitter contra el gobierno de Santos, su sucesor, al que acusó de premiar a los terroristas. “Mientras la guerrilla de las FARC asesina a nuestros soldados y policías, el gobierno los premia con el acuerdo sobre el agro”, señaló Uribe. “Es inaceptable que el modelo del campo colombiano lo negocie el gobierno de Santos con el narcoterrorismo”, sentenció, y añadió que la administración negocia la dignidad de las familias campesinas con terroristas.

El gobierno y las FARC llevan a cabo negociaciones de paz desde noviembre pasado para encontrar salidas políticas al conflicto armado que sacude al país desde hace medio siglo. Hace dos semanas, Restrepo reiteró que el gobierno colombiano tiene el indeclinable propósito de aplicar la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras sin distinción de quién despojó y quién fue despojado, lo que le valió nuevas críticas de las FARC. La designación de Santos fue recibida como un gesto de entendimiento y de buena voluntad hacia sus interlocutores. Se espera que la confianza mutua que han comenzado a construir las delegaciones del gobierno y la guerrilla pueda agilizar el proceso. Por su lado, el presidente del Senado, Roy Barreras, ha advertido de que la firma de un acuerdo definitivo de paz debe producirse como tarde en noviembre próximo, antes del inicio de la campaña para las elecciones presidenciales y legislativas de 2014.