Hace dos meses comenzó en Venezuela una crisis poselectoral que, según el chavismo, es orquestada por sectores de la oposición que buscan desprestigiar internacionalmente al presidente Nicolás Maduro y desestabilizar políticamente al país. Gladys Requena, diputada del Partido Socialista Unido de Venezuela y vicepresidenta de la Comisión de Cultura y Recreación de la Asamblea Nacional, es parte de la delegación de parlamentarios que encabezan una campaña para contrarrestar la acción de grupos opositores en diferentes escenarios internacionales. “Estamos asistiendo a una lucha interna donde la oposición insiste en presentar una imagen de ingobernabilidad, desconociendo la institucionalidad y los poderes públicos”, explicó.

Luego de reunirse con parlamentarios argentinos, con representantes del Foro de São Paulo y con miembros del Movimiento Evita, la diputada habló con sobre los retos que Venezuela tiene por delante, incluyendo el de reformular alianzas estratégicas con sectores clave para el desarrollo del país, como es el caso del empresariado nacional. Por otro lado, destacó la necesidad de profundizar la democracia participativa. “Se trata de tener al pueblo en el ejercicio del gobierno. Debemos llegar al gobierno popular en esta etapa de la revolución”, enfatizó.

–¿Cómo enfrenta el presidente Maduro esta nueva etapa en medio de problemas agudos, como el desabastecimiento de productos básicos?

–La comunión del presidente con los intereses nacionales y generales de nuestro pueblo no están en cuestionamiento, no se hipotecan. Ha habido un plan de diálogo, lanzado desde el seno mismo del gobierno, con los sectores productivos. Fuimos víctimas de acaparamientos, especulaciones, de bajos niveles de productividad, de desabastecimientos. El aparato productivo privado ha sufrido una paralización intencional. El gobierno se ha reunido con no menos de 2000 empresarios, grandes, pequeños y medianos. Ha habido una reorientación del manejo de la relación del gobierno con el empresariado nacional, porque se trata de trabajar por el país.

–¿Hay posibilidad de diálogo entre el oficialismo y la oposición?

–La convocatoria de Nicolás Maduro a la oposición, y la nuestra desde la Asamblea Nacional, debe ser siempre dentro de la vía democrática. La oposición venezolana debe asumir su papel en el marco de la Constitución. La oposición debe perseguir los intereses de la patria, no los intereses imperiales, independientemente de que los proyectos se contrapongan. El llamado es a la convivencia. La oposición venezolana tiene muchas contradicciones internas, con algunos partidos centristas, otros de la ultraderecha. Acción Democrática y Copei son fuerzas, como el MAS, Un Nuevo Tiempo y Proyecto Venezuela con las que se podría dialogar, sin que eso signifique dar un paso atrás en el proyecto bolivariano.

–Un diputado opositor presentó un audio en el que se hacía referencia a un supuesto enfrentamiento entre Maduro y Diosdado Cabello. ¿Se puede hablar de una división dentro del chavismo?

–Ese audio tuvo el objetivo de impactar emocionalmente al chavismo. Es parte del plan desestabilizador de la oposición con la intención de recrudecer la crítica interna, que no la negamos, que tiene que existir. Pero se trata de un audio montado, muy bien hecho, con el propósito de impactar en nuestra gente, de buscar divisiones internas. Estamos en una etapa preelectoral, con elecciones municipales en diciembre. Se busca desmembrar al chavismo. Reconozco que ese audio impactó, pero no lo hizo en la dimensión que estaban buscando.

–¿Es parte de la estrategia de la oposición?

–Claro. Ellos buscan romper la conexión espiritual que Chávez logró construir con el pueblo desde la rebelión militar de 1992. Buscan que el pueblo perciba a Chávez ya como difunto, que crean que con el tiempo la cosa va pasando, por eso tratan de no atacar a Chávez, sino a Maduro. Y dicen que todo lo que propuso Chávez, ellos lo respetarían en un eventual gobierno de la oposición. Tratan de mostrarse como herederos de Chávez. Dicen que respetarían la misión Barrio Adentro, la misión Vivienda. Tanto Capriles como Primero Justicia quieren hacer creer que mantendrán las políticas revolucionarias que han beneficiado tanto al pueblo.

–¿Cuáles serán las prioridades de la Asamblea Nacional en este período?

–En este momento estamos discutiendo la Ley de Control de Armas y Municiones, que busca controlar la tenencia de armas. Tenemos un problema de inseguridad que nos afecta a todos. Tenemos un alto índice de homicidios con armas de fuego. Eso nos dice que hay armas entre la población, que hay una delincuencia armada que está produciendo estragos.

Entrevista: Patricio Porta.