El asesor de medios de la Presidencia egipcia, Ahmed el Moslimani, negó ayer que Mohamed el Baradei haya sido nombrado primer ministro. La información había sido difundida por la agencia estatal de noticias Mena y afirmaba que el político liberal y Premio Nobel de la Paz había sido elegido para que dirija la nueva transición marcada por el ejército tras el golpe de Estado que depuso al presidente Mohamed Mursi. Por su parte, la principal alianza salafista egipcia, Al Nur, había rechazado el más tarde desmentido nombramiento de El Baradei por considerar que no fueron consultados para su elección. Los Hermanos Musulmanes sostuvieron que la supuesta designación de El Baradei sólo traería más violencia al país y salieron nuevamente a las calles para pedir la restitución de Mursi. Además, para contribuir al clima de inestabilidad y conflicto, la fiscalía decidió mantener en prisión preventiva durante quince días a dirigentes islamistas acusados de instigar a la violencia, horas después de que fuera detenido el número dos de los Hermanos Musulmanes, Jairat al Shater.

El Moslimani señaló en una rueda de prensa que el nuevo presidente interino, Adly Mansour, todavía está llevando las consultas pertinentes para elegir al primer ministro y que El Baradei es uno de los candidatos para ocupar el puesto. El consejero afirmó que se necesitaba tiempo para tomar una decisión de ese tipo en las circunstancias que atraviesa el país, después de que el pasado miércoles el ejército depusiera a Mursi, elegido democráticamente hace un año, con el apoyo de otras fuerzas políticas. “Tenemos que estar seguros de nuestra elección, no correr y tomarnos nuestro tiempo para hacerlo bien”, subrayó El Moslimani.

Previamente, la agencia Mena señaló que Mansour había encargado a El Baradei formar gobierno, tras haber llevado ayer una serie de consultas con representantes de distintas tendencias, con sus asesores y con el ministro de Defensa, Abdel Fatah el Sisi, y el titular de Interior, Mohamed Ibrahim. El recién nombrado asesor de la Presidencia apuntó que no se va a excluir a nadie del proceso político y que todas las partes tendrán la posibilidad de concurrir a las próximas elecciones presidenciales, aún sin fecha.

Siguiendo con el plan de las fuerzas armadas, Mansour aún no tomó la decisión de quién será el nuevo primer ministro, tras reunirse con dirigentes políticos, asesores y con los ministros de Defensa, Abdel Fatah al Sisi, e Interior, Mohamed Ibrahim. El Baradei fue uno de los invitados a esa ronda de contactos, en la que también estuvieron el islamista moderado Abdel Moneim Abul Futuh y el secretario general del partido salafista Al Nur, Galal Morra, entre otros.

El portavoz del Frente de Salvación Nacional (FSN), principal alianza no islamista, Jaled Daud, habría confirmado la designación del dirigente liberal según Mena. El Baradei, líder del partido Al Dustur y una de las principales figuras del FSN, habría alcanzado así la jefatura del gobierno, el primer cargo político que asumiría en Egipto.

Conocido por las simpatías que despierta entre los jóvenes revolucionarios, pasó de oponerse a la Junta Militar que dirigió Egipto desde la caída del presidente Hosni Mubarak en 2011 a posicionarse en contra de Mursi, que ganó las elecciones presidenciales de 2012. Sin embargo, su mayor impulso lo obtuvo hace unos días, cuando el Frente 30 de Junio, que integra la campaña que recogió firmas y llamó a manifestarse contra Mursi, lo eligió como representante político para la nueva etapa inaugurada por los militares.

Por su parte, el Partido Justicia y Libertad (PJL), el brazo político de los Hermanos Musulmanes egipcios, rechazó la propuesta de diálogo nacional de Mansour. “No participaremos en la reunión de diálogo nacional que ha convocado el presidente ilegítimo Mansour”, anunció el secretario general del PLJ, Husein Ibrahim a través de un comunicado. Ibrahim subrayó que el PJL sigue sin reconocer el golpe militar del pasado miércoles y enfatizó que el único presidente legítimo es Mohamed Mursi.

La rapidez con la que el presidente interino está llevando las reformas no ha gustado a los salafistas de Al Nur, que apoyaron el golpe de Estado para evitar el derramamiento de sangre y que ayer criticaron que no se les haya consultado la decisión de elegir al primer ministro. “Si las resoluciones se adoptan de forma unilateral, sin consultas o acuerdos, al contrario de lo que habíamos convenido con el ministro de Defensa Al Sisi, entonces todo acto tendrá sus consecuencias”, sostuvo Tarek Hasan, portavoz de Al Nur y secretario general de la fuerza salafista en la ciudad costera de Alejandría. Quienes también se opusieron a la posible designación de El Baradei fueron los Hermanos Musulmanes, que consideraron que ésta puede encender la discordia en Egipto. “El golpe militar optó por premiar a Mohamed el Baradei por su papel en la planificación del golpe contra la legitimidad”, apuntaron en un comunicado tras darse a conocer la noticia luego desmentida.

Contrarios a ese tipo de maniobras, los Hermanos volvieron a salir a las calles para reivindicar la vuelta al poder de Mursi, antiguo miembro de la fuerza gobernante. Miles de personas se congregaron en la plaza Rabea al Adauiya, unos de los feudos islamistas, en el oeste de El Cairo, para mantener la presión y condenar el golpe militar. En un ambiente cargado de consignas religiosas, muchos manifestantes portaban una tarjeta verde (el color del Islam) que decía “quedate en tu sitio”, una forma de decir que mantendrán las manifestaciones hasta lograr la restitución del único presidente electo democráticamente, por medio del voto popular.

Mientras los islamistas instaban a las protestas para volver al anterior orden constitucional, el Frente 30 de Junio convocó manifestaciones para garantizar que el proceso actual siga su rumbo. La situación en el país es de una violencia que parece lejos de detenerse, después de que partidarios y detractores de Mursi se enfrentaran el viernes en unos disturbios que causaron la muerte de al menos 35 personas y dejaron a unas 1400 heridas, según cifras del Ministerio de Salud.