EL MUNDO › LA JUSTICIA EGIPCIA ORDENO EL ARRESTO DEL JEFE ESPIRITUAL ISLAMISTA
El fiscal general acusa a Mohamed Badie de incitación a la violencia en los disturbios del lunes frente a la sede de la Guardia Republicana de El Cairo. Pero los Hermanos Musulmanes denuncian que se trató de una masacre a su gente.
La Justicia egipcia ordenó ayer la detención del Guía Supremo de los Hermanos Musulmanes y otros responsables de la cofradía por los enfrentamientos de más de 50 muertos el lunes –aunque los islamistas denuncian que fue una masacre a sus seguidores por parte del Ejército–, en un clima de tensión desde el derrocamiento de Mohamed Mursi hace una semana. Al mismo tiempo, el nuevo primer ministro egipcio, Hazem Beblawi, iniciaba consultas para formar un gobierno de transición, en un contexto de desconfianza por parte de los laicos anti Mursi y con la hostilidad de los defensores del ex presidente.
El fiscal general ordenó la detención de Mohamed Badie, acusado de incitación a la violencia en los disturbios que tuvieron lugar el lunes frente a la sede de la Guardia Republicana de El Cairo. El Guía Supremo de los Hermanos Musulmanes ya era objeto de una orden de detención por otros episodios violentos. Además, fuentes judiciales indicaron que unas 200 personas fueron inculpadas en relación con estos disturbios, que causaron 53 muertos y 480 heridos durante una manifestación de defensores de Mursi, según un último balance del Ministerio de Sanidad.
Según los Hermanos Musulmanes, que lo consideraron una “matanza” y llamaron a un “levantamiento”, soldados y policías dispararon sin motivo a los manifestantes, mientras el ejército alegó haber actuado tras un ataque de “terroristas armados”. La organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) y un colectivo de 15 ONG locales criticaron la actitud “desproporcionada” del ejército al reprimir esa manifestación y reclamaron una investigación independiente. “Incluso si algunos manifestantes pudieron mostrarse violentos, la respuesta del ejército fue desproporcionada y es la causa de muertes y heridas”, consideró AI.
Por su parte, el derrocado presidente Mohamed Mursi se halla “en un lugar seguro por su propio bien”, “está siendo tratado dignamente” y por el momento no se retienen cargos contra él, aseguró ayer un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores. Horas después de su designación, el nuevo primer ministro, nombrado junto al Premio Nobel Mohamed El Baradei como vicepresidente, debía formar cuanto antes un gobierno de transición.
El nuevo primer ministro, de 76 años, que fue viceprimer ministro y ministro de Finanzas en 2011 durante el primer período de transición post Mubarak, y además con una larga carrera en varias instituciones económicas privadas y públicas, egipcias e internacionales, debe tomar medidas para reactivar la economía, muy debilitada por la caída del turismo, el derrumbe de las inversiones extranjeras y un descenso importante de las reservas en divisas.
Un portavoz de la presidencia declaró que Beblawi propondrá “algunos puestos” gubernamentales a los Hermanos Musulmanes, lo que ya fue rechazado por ellos por provenir de “golpistas”. Además, el plan de transición presentado el martes por el presidente interino, Adly Mansur, fue rechazado por los islamistas y criticado por la coalición laica y el movimiento Tamarrod, que convocó las manifestaciones que llevaron a la caída de Mursi. El plan prevé la adopción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones legislativas este año, entre otras cosas.
Por su lado, la coalición laica Frente de Salvación Nacional (FSN), dirigida por Mohamed El Baradei, suavizó su postura ayer tras rechazar el plan, lamentando no haber sido consultado y reclamando cambios. Kuwait, por su parte, anunció la concesión de una ayuda de 4000 millones de dólares a Egipto, lo que eleva a 12.000 millones la asistencia de tres países árabes del Golfo a El Cairo desde el derrocamiento de Mursi.
Los dos bandos, los defensores y detractores de Mursi, siguen muy movilizados en las calles un día después de los funerales de decenas de manifestantes islamistas muertos el lunes. Además, el martes por la noche, varios ataques de militantes armados contra una base de la policía y dos puntos de control causaron otros dos muertos en la península del Sinaí. Por otro lado, un nuevo fiscal general, Hicham Barakat, fue nombrado este miércoles en sustitución de Abdel Meguid Mahmud, nombrado bajo la presidencia de Mubarak y quien dimitió el martes alegando posibles conflictos de intereses, indicaron fuentes judiciales. Mursi, primer presidente civil democráticamente elegido en Egipto tras la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011, fue depuesto el 3 de julio por los militares.
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