Los turistas que ingresen a Venezuela estarán habilitados a cambiar una importante cantidad de dólares anuales en las taquillas destinadas a tal efecto y a una tasa que será fijada por el Banco Central de Venezuela (BCV). Según informó ayer el Boletín Oficial del gobierno venezolano, “las personas naturales no residentes podrán vender anualmente hasta 10 mil dólares por los operadores cambiarios autorizados por el BCV, al tipo de cambio de compra que este último determine”. En Venezuela no existe acceso libre a la compraventa de divisas desde 2003, cuando entró en vigor un sistema de control de cambios que impide el libre acceso a las divisas y obliga a particulares y empresas a canalizar sus peticiones a través de varios mecanismos para conseguir dólares a una tasa de 6,3 bolívares por unidad. Este control y el precio subsidiado de la moneda estadounidense ha facilitado la aparición de un boyante mercado paralelo ilegal en el que el precio del dólar se multiplica a veces por ocho, fomentando la corrupción, contra la que el gobierno trata de luchar.

El 18 de julio, el ministro de Turismo venezolano, Andrés Izarra, informó que el Ejecutivo de Nicolás Maduro estaba trabajando en un nuevo mecanismo para que los turistas que llegaran al país pudieran cambiar sus divisas a un precio de cambio superior y más atractivo del que se maneja actualmente. De esta forma, el gobierno venezolano trata de luchar contra una práctica habitual en la que los turistas, en lugar de procurar sus bolívares a través de las casas de cambio oficial, al llegar a Venezuela, los consiguen de forma ilegal a precios más ventajosos. Izarra comentó entonces que con esta nueva tasa para los turistas, el gobierno estima que recaudará entre 2000 y 2500 millones de dólares anuales.

Por otra parte, el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, anunció la detención de cinco personas involucradas en un millonario fraude por la aprobación de divisas de otros países para deportistas del motor. Rodríguez Torres señaló que José Ferraz, Paúl Díaz, Andrés Dapolo, Julio Azcate y otra persona –de la que no trascendió su identidad– fueron capturados “en flagrancia al introducir expedientes” en la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), organismo dedicado a la asignación de moneda extranjera.