Jue 21.11.2013

EL MUNDO  › LAS CINCO POTENCIAS CON PODER DE VETO, BERLíN Y TEHERáN SE REUNIERON PARA TRATAR EL ASUNTO NUCLEAR

Arrancó un nuevo diálogo con Irán

El Grupo 5+1 quiere que la nación persa ponga fin al enriquecimiento de uranio al 20 por ciento y frene la construcción del reactor de agua pesada de Arak. A cambio, estaría dispuesto a suavizar las sanciones económicas.

Los representantes de Irán y el denominado Grupo 5+1 iniciaron ayer en Ginebra una nueva ronda de negociaciones por el programa nuclear de Teherán, que espera lograr que se levanten las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional. “Esperamos que en estas negociaciones nuestro equipo se acerque al menos un paso a un acuerdo, y sobre todo que las sanciones puedan ser revocadas paso a paso”, dijo el presidente iraní, Hasan Rohani, durante una reunión de gabinete. El presidente ruso, Vladimir Putin, uno de los impulsores de las negociaciones, se mostró optimista y consideró que cuenta con una solución al conflicto en el corto plazo, según declaró en Moscú tras un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Irán quiere lograr una situación en la que ganen todas las partes, aseguró Rohani, que advirtió a la comunidad internacional sobre la idea de imponer sus exigencias a su país. El mandatario cuenta con que las negociaciones se prolonguen durante seis meses. Por su parte, el ministro del Exterior, Mohamed Yawad Zarif, que encabeza la delegación iraní, habló de un primer encuentro bueno. Previo al inicio del diálogo de tres días, todas las partes involucradas mostraron su disposición a lograr un acercamiento.

Las negociaciones arrancaron ayer con una reunión de los representantes del Grupo 5+1, formado por los cinco países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU –China, Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Rusia– más Alemania, según informaron fuentes de las delegaciones. También hubo una reunión entre la alta representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, que representa al Grupo 5+1, con el ministro de Exteriores iraní para discutir sobre una solución de transición.

Parte de la comunidad internacional teme que Irán esté enriqueciendo uranio para utilizarlo con fines militares, aunque Teherán siempre lo ha negado y asegura que lo hace para uso civil. El Grupo 5+1 quiere que el país persa ponga fin al enriquecimiento de uranio al 20 por ciento y que frene la construcción del reactor de agua pesada de Arak. A cambio, las potencias internacionales estarían dispuestas a suavizar las sanciones económicas.

Teherán, por su parte, quiere que se mantenga su derecho a tener un programa atómico civil, algo que subrayó ayer como una “línea roja” el máximo líder iraní, Ali Jamenei, que tiene la última palabra en cuestiones estratégicas en el país. “Apoyo al equipo en las negociaciones nucleares y los ayudaré”, declaró Jamenei poco antes del inicio de la nueva ronda de conversaciones, en las que pidió una flexibilidad racional.

En la última ronda de negociaciones, hace poco más de una semana, estuvo a punto de alcanzarse un acuerdo, que quedó pospuesto en el último momento. Francia insistía en lograr más concesiones de Irán respecto del reactor de Arak, mientras que Teherán pretendía que el acuerdo tuviese una validez inferior a los seis meses propuestos por el Grupo 5+1.

Por su parte, Netanyahu manifestó que su país quiere una solución pacífica y diplomática a la disputa. “Pero la solución debe ser duradera y realizable”, indicó. El premier dijo que Irán debería deshacerse de todas sus armas nucleares, tal como ocurrió recientemente con Siria y su arsenal de armas químicas. “Creo que podemos sacar conclusiones muy serias y aprender mucho de la decisión a la que han llegado los países en relación con las armas no convencionales en Siria. En el escenario de Siria, Rusia y otros países insistieron con razón en el desmantelamiento total de las armas no convencionales sirias”, subrayó. Jamenei respondió que Israel estaba “abocado a desaparecer”.

Frente a la posición israelí, Rusia se mostró a favor de alcanzar un compromiso con Irán para disipar las sospechas sobre la existencia de un posible programa militar. “Confiamos en que los esfuerzos que se están haciendo actualmente se coronen con éxito en el encuentro que se abre hoy (por ayer) en Ginebra”, afirmó el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov. La de ayer en Ginebra es la tercera ronda de negociaciones en menos de dos meses entre el Grupo 5+1 y el equipo negociador iraní que se formó tras la llegada al poder del moderado Rohani, el pasado agosto.

El martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había pedido a un grupo de representantes del Senado que eviten implementar nuevas sanciones a Irán antes de que concluyan las negociaciones en Ginebra, ya que aseguró que serían más efectivas como una respuesta contundente en caso de que las negociaciones fracasen.

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, había hablado por teléfono con Rohani poco antes del inicio de las negociaciones. Cameron había subrayado en la conversación la necesidad de mayor transparencia para eliminar las dudas que tiene la comunidad internacional sobre el programa atómico del régimen iraní, según informó un portavoz del gobierno en Londres. Ambos estuvieron de acuerdo en que es importante aprovechar la oportunidad que ofrecen las nuevas negociaciones. Cameron es el primer jefe de gobierno británico desde hace más de una década que habla por teléfono con un presidente iraní.

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