Esperanza Aguirre afirmó en una declaración por el caso Gürtel (red de corrupción que acudió a fondos privados a cambio de obra pública) que en 2004 asistió junto a Mariano Rajoy a una reunión en la sede del Partido Popular (PP) en la que el entonces tesorero, Alvaro Lapuerta, les alertó de la venta de parcelas edificables a precio muy inferior en los pueblos de Majadahonda y Arganda del Rey. Por otra parte, en su edición de ayer, el diario El País afirma que los correos que Miguel Blesa, ex presidente de Caja Madrid, envió o recibió entre 2007 y 2009 demuestran que los dirigentes del PP impusieron decisiones estratégicas, inversiones millonarias innecesarias o pidieron determinados tratos de favor para amigos o conocidos.

La ex presidenta de la comunidad de Madrid afirmó, en un texto enviado al juez Pablo Ruz, a cargo de la causa Gürtel, que a fines de 2004, cuando acababa de ser elegida presidenta del PP madrileño, Lapuerta la convocó a la sede del partido, donde mantuvieron una reunión en el despacho de Rajoy. En el encuentro, del que Aguirre no supo afirmar si también participó Luis Bárcenas –ex tesorero del PP, implicado en la contabilidad B o pagos en negro realizados por el partido conservador–, Lapuerta le anticipó que los ayuntamientos de Majadahonda y Arganda del Rey, ambos en manos del PP, pretendían vender por concurso unas parcelas. “La advertencia del tesorero iba en dirección de tratar de impedir que los respectivos ayuntamientos sufrieran una pérdida patrimonial importante, puesto que, al parecer, el precio tasado era muy inferior al precio de mercado”, manifestó Aguirre en su escrito. También afirmó que inmediatamente llamó a los alcaldes de los ayuntamientos. El de Arganda del Rey, Ginés López, imputado en el caso Gürtel, le dijo que la parcela ya estaba adjudicada, que el procedimiento cumplía con las leyes vigentes, era absolutamente legal y que se había llevado a cabo con el consenso de todos los grupos políticos. “Esto último resultó ser falso, pero es lo que me dijo”, agregó.

La ex presidenta de la comunidad de Madrid señaló en su declaración que por indicación del alcalde llamó al jefe de la empresa de Arganda del Rey, Benjamín Martín Vasco (también imputado en la trama Gürtel), quien le dijo exactamente lo mismo. En cuanto a Majadahonda, su alcalde, Guillermo Ortega, le manifestó que no había adjudicado aún el concurso. “Le hice ver las contraindicaciones (pérdida para el patrimonio municipal y posibles juicios de los licitadores por falta de objetividad), pero él insistió en que iba a hacerlo a precio fijo, que era perfectamente legal y que era de su exclusiva competencia”, sostuvo Aguirre. Semanas después, la ex presidenta madrileña supo que legisladores del municipio de Majadahonda estaban en contra del precio impuesto para la construcción del solar y le dijo al alcalde que “no tenía más remedio que renunciar, puesto que la inmensa mayoría de sus concejales había dejado de apoyarlo”.

Por otra parte, el juez Elpidio Silva, quien determinó la prisión de Blesa por su gestión al frente de Caja Madrid en relación con la compra de un banco en Florida y la concesión de un préstamo al ex presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Gerardo Díaz Ferrán, requisó los correos electrónicos del banquero. En esas comunicaciones, que suman más de 8000 entre correos personales y profesionales, a las que tuvo acceso El País, evidencian, según señala el diario español, la batalla por el poder de Caja Madrid que libraron en 2009 dos facciones del PP enfrentadas. Una dirigida por la misma Esperanza Aguirre, que pretendía sustituir a Blesa por Ignacio González, actualmente al frente de la comunidad de Madrid. El otro sector, en tanto, estaba encabezado por Alberto Ruiz-Gallardón, por entonces partidario de Blesa y quien hoy se desempeña como ministro de Justicia del gobierno de Rajoy. Estos correos también señalan a José María Aznar, responsable de ungir a Blesa en 1996 como titular de Caja Madrid.