La cúpula del movimiento palestino Al Fatah, cuyo líder es el presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, rechazó ayer el anuncio de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa de poner fin a la tregua con Israel. Horas después, las Brigadas –ligadas a Al Fatah– reivindicaron un ataque con disparos que hirieron a cuatro israelíes, uno de gravedad, a la entrada del asentamiento cisjordano de Harlo, al sur de Jerusalén. Por otra parte, Israel liberará a 442 presos palestinos, siendo que la liberación de los prisioneros es prioridad en los reclamos palestinos.
“Una unidad de nuestras brigadas tendió una emboscada a colonos sionistas cerca del pueblo de Uallaja y, al paso de su vehículo, nuestros combatientes lo ametrallaron, alcanzando a varios de ellos”, decía el comunicado en el que anunciaron que “continuarán las operaciones de resistencia”. Una israelí y sus tres hijos resultaron heridos cuando varios hombres armados abrieron fuego contra su vehículo. Las brigadas emitieron su comunicado anteayer después de que Arafat permitiera el arresto de 20 extremistas en la Mukata, su cuartel general en Ramalá. Otras células de las brigadas también amenazaron con violar el alto el fuego, que rige desde el 29 de junio.
La amenaza de poner fin a la tregua incluyó reanudar los atentados suicidas en Israel. Los militantes palestinos que se encontraban detenidos en los cuarteles generales de Arafat “no serán enviados a Jericó”, informaron ayer funcionarios palestinos. La crisis pareció haber sido sorteada ayer en un compromiso con los militantes de las brigadas por el cual los hombres no iban a ser trasladados a un campo de detención bajo control internacional en esa localidad, según planes iniciales. A cambio, debía haber un compromiso de respeto al alto el fuego de tres meses.
Entretanto, Israel decidió liberar a 442 prisioneros palestinos en lugar de los 540 que ya había previsto poner en libertad, debido a que 80 ya cumplieron sus condenas. Según la radio pública israelí, “presos administrativos”, encarcelados por períodos prorrogables de tres a seis meses sin juicio, y otros detenidos por entrada ilegal en territorio israelí, generalmente trabajadores y criminales, figuran entre los palestinos cuya liberación aprobó el gabinete israelí. La radio militar israelí añadió que 200 miembros de ese grupo pertenecen a los movimientos radicales palestinos Hamas y Jihad Islámica. Las primeras liberaciones podrían producirse a partir del miércoles, según la radio.
A todo esto, el ministro palestino de Seguridad, Mohammad Dahlan, no alcanzó un acuerdo durante una reunión con un asesor del Ministerio de Defensa israelí, Amos Gilad, sobre las próximas retiradas del ejército israelí de Cisjordania, indicó una fuente palestina. Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Sylvan Shalom, se entrevistó en Jerusalén oeste con su homólogo palestino, Nabil Chaath. Durante la reunión, Shalom pidió de nuevo que la Autoridad Palestina “desmantele las infraestructuras terroristas”. Chaath propuso prolongar la tregua y denunció la continuación de la construcción de la valla de seguridad entre Israel y Cisjordania.