Por Julio de la Guardia *
Desde Jerusalén

Los dirigentes palestinos mostraron su indignación al comprobar cómo el contingente de presos que serán excarcelados mañana era reducido en un centenar respecto del número anunciado el domingo. Cuando esperaban la publicación de 442 nombres, sólo 342 aparecieron en la página de Internet de la Autoridad de Instituciones Penitenciarias israelí. El líder palestino, Yasser Arafat, y su viceministro del Interior, Mohamed Dahlán, calificaron esta maniobra de “engaño” y advirtieron que “complicará el proceso y frustrará los esfuerzos de paz”.
Un sentimiento de rabia similar fue expresado por su interlocutor israelí en los últimos contactos relativos a cuestiones de seguridad, el titular de Defensa, Saúl Mofaz. Este declaró que “no nos retiraremos de ninguna otra ciudad hasta que tomen las medidas necesarias contra el terrorismo, especialmente contra la organización que ha perpetrado el último atentado”. Mofaz hizo así alusión a la emboscada registrada la noche del lunes junto al asentamiento de Har Giló, situado entre Beit Yala y Jerusalén, que causó heridas a dos mujeres.
Aunque las fuerzas de seguridad palestinas hicieron una redada en búsqueda de los responsables, no consiguieron detener a nadie, lo que contribuye a que aumente el escepticismo israelí de que puedan prevenir otras acciones armadas, en el caso de asumir la seguridad interior en Qalquilia y Ramalá. Esta emboscada, reivindicada por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, puso en entredicho la viabilidad de la tregua, que fue cuestionada por la dirección de esta milicia clandestina del movimiento Al Fatah en Tulkarem. Los líderes locales de las Brigadas en Tulkarem amenazaron con romper el alto el fuego declarado el 29 de junio para vengar a uno de sus activistas, abatido el lunes por una unidad de paracaidistas israelíes. Según la versión dada por esta organización radical palestina, se trató de un nuevo asesinato selectivo, como represalia a la emboscada de la noche anterior. El ejército israelí afirmó que el miliciano fue alcanzado mientras colocaba una bomba.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.