EL MUNDO
› LLEGADA DE LOS EFECTIVOS DE PAZ NIGERIANOS A MONROVIA
Primer paso a la intervención
La intensidad de la violencia en Liberia apuró el envío de una fuerza de paz de los países vecinos. Llegaron los primeros soldados. EE.UU. espera al acecho la entrada de sus tropas.
Decenas de liberianos festejaron ayer la llegada a Monrovia de las primeros 20 soldados de las tropas de paz enviadas por la Comunidad Económica de Estados Africanos Occidentales (Cedeao). Para muchos, la ayuda llega tarde, pero están contentos de que al menos pase algo. Los combates entre los rebeldes y las fuerzas leales al presidente liberiano Charles Taylor continuaron hasta la llegada de los soldados. Pero la situación humanitaria sigue empeorando. “En la ciudad ya no hay provisiones”, dice Jordi Raich, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), mientras los médicos advierten sobre una epidemia de cólera. Ayer se esperaba la llegada de otros 300 soldados desde la vecina Sierra Leona. En los próximos días arribarán otros efectivos hasta sumar un total de 3500. Taylor ha dicho que renuncia la próxima semana.
“Hay disparos en cualquier parte de la ciudad”, dice Raich. Monrovia es en estos momentos la capital más peligrosa del mundo. Desde que los rebeldes de Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD) llegaron a la ciudad en junio han muerto más de 1300 personas. Muchas fueron enterradas en la playa y casi 200.000 se quedaron sin techo. Por ahora, el mayor problema para las tropas de paz es la presencia de Taylor, que no quiere dejar su cargo si no se levantan los cargos internacionales en su contra por crímenes de guerra. La semana pasada anunció que abandonaría la presidencia el próximo 11 de agosto. Pero nadie sabe si va a cumplir y mientras éste siga en Liberia, los rebeldes no van a terminar con los combates.
Sin embargo, el líder del LURD, Sekou Damate Conneh, dijo ayer desde Roma que los rebeldes se retirarán de Monrovia cuando se desplieguen las fuerzas de paz. “Estamos dispuestos a retirarnos en cuanto las tropas de paz se desplieguen en la ciudad y en el puerto para salvar a los civiles”, dijo Conneh en una conferencia de prensa organizada por la Comunidad de Santo Egidio. Esta es una organización laica vinculada a la Iglesia Católica que desde los 70 intenta mediar en los conflictos armados, especialmente en Africa. En las filas del LURD combaten miles de niños, que jamás recibieron instrucción militar ni saben lo que es proteger a la población civil. Sin embargo, Conneh se comprometió a desarmarlos una vez que las tropas de paz tomen la capital. Y se mostró partidario de que, una vez que Taylor abandone el poder, se elija una Asamblea Nacional provisoria que siente las bases para la elección del futuro gobierno del país.
Por su parte, el jefe de la delegación del LURD, Kabineh Ja’neh, declaró en Ghana que quiere que Monrovia sea una ciudad “desmilitarizada” para que la ayuda humanitaria empiece a llegar y para “reforzar la seguridad de todos”. Janneh y Conneh reiteraron que la guerrilla sólo quiere “liberar” al país de las garras de Taylor y negaron querer tomar el poder. “Es el ejército internacional el que debe ocupar el país, no nosotros”, subrayó Conneh y recordó el pacto firmado con la dirección del Movimiento por la Democracia en Liberia (Model) para deponer las armas una vez que se desplieguen las tropas de pacificación. Mientras tanto, Estados Unidos prefiere mantenerse al margen. El fin de semana, tres barcos de guerra estadounidenses llegaron a la costa de Monrovia. Sin embargo, hasta la llegada de las tropas de paz no se los podía ver desde la ciudad. Por eso los analistas sostienen no hay que contar con que pisen suelo africano. La Casa Blanca declaró ayer que Estados Unidos sigue “comprometido activamente” en el despliegue de las fuerzas de paz africanas. “Estamos muy alentados por el primer despliegue africano”, dijo ayer el vocero de George W. Bush, Scott McClellan.